Una almeriense ha "puesto en adopción" los naranjos de su centenaria finca familiar con el objetivo de conseguir los fondos para conservarla. Una solución más rentable que vender sus naranjas a través de un intermediario, lo que no daría suficiente dinero para cubrir gastos. 'Adopta un Naranjo' es la iniciativa por la que los adoptantes pagan 60 Euros al año a cambio de 15 kilos de la cosecha de su árbol adoptado, que ellos mismos pueden recolectar. Pero sobre todo, lo que les ofrece es la satisfacción de saber que están ayudando al pequeño agricultor a la par que conocen más de cerca la agricultura tradicional. Según Isabel, gran parte de los adoptantes son niños que viven en las ciudades y no conocen el campo, a los que sus padres hacen este regalo educativo para que no piensen "que las naranjas salen de las mallas del supermercado".
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