Una juez de Almería ha condenado a un hombre acusado de haber intentado robar en el interior de una vivienda de Roquetas de Mar (Almería) a la que accedió tras saltar un muro de unos 170 centímetros de altura para, de forma seguida, fracturar la puerta de cristal que daba acceso a la misma, donde fue descubierto por los vecinos.
El fallo, consultado por Europa Press y contra que el cabe recurso de apelación, condena al acusado por un delito en tentativa de robo con fuerza en casa habitada a un año y medio prisión, para lo que tiene en cuenta la reincidencia del hombre al que constan dos sentencias condenatorias anteriores por robo.
Fue en octubre del pasado año cuando el acusado, con intención de "obtener un beneficio económico ilícito", trepó por un muro en una zona residencia de Roquetas, lo que le permitió acceder a un patio interior donde fracturó el cristal de la puerta de entrada de la vivienda.
Al no conseguir entrar en la casa y percatarse de que algunos vecinos lo habían descubierto, huyó inmediatamente del lugar siendo perseguido por agentes de la Policía Local durante unos 700 metros, de forma que una vez que lo alcanzaron lo redujeron "de la forma más proporcional y menos lesiva".
Al hombre se le intervinieron un cuchillo, un martillo, un afilador, una llave combinada, dos destornilladores, unas tenazas, una lima, dos mangos de madera y una hoja de lima, todo ello destinado a desarrollar con éxito su actividad delictiva.
En su defensa, el acusado alegó que no acudió a la vivienda con intención de robar sino porque creía que estaba desocupada, por lo que su interés era, según alegó, poder abrir la casa para "dársela a un amigo" que acababa de salir de prisión y no tenía donde vivir. Asimismo, aseguró que huyó de la policía "por instinto".
Por su parte, los vecinos que testificaron aseguraron que avisaron a la Policía tras ver al acusado intentando entrar en la vivienda, de forma que uno de ellos incluso le llamó la atención, pero le respondió: "tira para allá que te voy a dar una patada".
Asimismo, los agentes que se encargaron de su detención explicaron que el hombre iba ataviado de negro, con mascarilla, gorra negra y una bolsa blanca en la mano, de forma que cuando el mismo advirtió la presencia de los agentes se inició una "intensa huida" hacia una zona de invernaderos mientras que hacía caso omiso a sus indicaciones.