Ha asegurado que entró en el hogar de la víctima para robar como parte de una broma con dos amigos
El hombre que se enfrenta a cuatro años de prisión por presuntamente allanar la vivienda de una menor para violarla, ha asegurado este martes que entró en el hogar de la víctima para robar como parte de una broma con dos amigos con los que tomaba cerveza y droga en la azotea del edificio.
Así lo ha manifestado durante su declaración ante el jurado popular presidido por el magistrado Ignacio F. Angulo, en la primera sesión de una vista oral en la que ha asegurado que durante los ocho meses previos a los hechos residió en una habitación que se encontraba en la escalera del inmueble, sin pagar por ello.
Ha sostenido que el 15 de mayo de 2023 estuvo en un salón de juegos con dos hombres, Mohamed y Said, cuyo apellido desconocía, y que llegó a su casa con la intención de dormir porque había consumido alrededor de 6 o 7 botellas de litro de cerveza y cocaína.
Ha aseverado que al llegar a esta habitación lo llamaron estos amigos, con los que subió a la azotea del edificio, donde continuaron la ingesta de cerveza y realizaron “tonterías”.
Ha negado que apuntase expresamente al cuarto de la menor con la linterna de su móvil cuando ésta estudiaba en su habitación, y ha mantenido que únicamente se enfocaban con ellas para verse entre ellos y para iluminar la bebida.
En estas, ha afirmado, se propusieron realizar una broma y entrar a robar a la casa de la familia de la menor, para lo que entró por una claraboya y se descolgó por el cableado hasta alcanzar el baño del domicilio, aunque dice no recordar por qué lo hizo él y no sus amigos, o cómo fue este descenso.
Sí ha asegurado que al entrar en el baño se encontró la luz encendida, que se asustó y abrió la primera puerta que encontró para salir de la vivienda, de resultas que era la de la menor.
Ha declarado que la menor no estaba en la cama, sino que aún estudiaba con una luz de mesa encendida, y ha incidido en que no se acercó a ella y mucho menos que intentase quitarse los pantalones para violarla ya que, según él, la víctima comenzó a llamar a gritos a sus padres nada más verlo.
Ha resaltado que entonces intentó huir, pero que al encontrarse con el padre de la menor, se sentó ante otra puerta y le dijo que se quedó sentado y que le manifestó al progenitor que podía llamar a la Policía, que él no se iría, tras lo que ha negado que tuviese que ser retenido a la fuerza.
Sin embargo, el fiscal sostiene que durante esa madrugada sí que alumbró con la linterna del móvil el cuarto de la menor, quien se percató de lo que ocurría; que tras esto forzó con un instrumento metálico la claraboya del baño, por la que se descolgó por un cableado, y se dirigió de forma directa a la cama de la víctima, quien ya se encontraba acostada pero no dormida.
Incide en que cogió el pantalón de la menor para bajárselo con la voluntad de agredirla sexualmente, aunque no llegó a hacerlo porque al gritar la víctima sus padres se despertaron de inmediato, lo que permitió al progenitor retenerlo hasta que llegaron los agentes.
Por estos presuntos hechos, la Fiscalía acusa al hombre de un delito de allanamiento de morada, en concurso medial con otro de agresión sexual en grado de tentativa, por los que pide una pena única de cuatro años de prisión.