La Brigada de La Legión ha realizado este viernes en la Base Álvarez de Sotomayor en Viator (Almería) una serie de actividades en conmemoración del día de la Inmaculada Concepción, Patrona del Arma de Infantería, del Servicio de Estado Mayor, del Cuerpo Jurídico Militar y del Cuerpo Eclesiástico.
Desde primera hora de la mañana el personal invitado, pudo visitar una exposición de materiales y la sala museística de la BRILEG.
A las 12:00 horas comenzó el acto militar presidido por el general jefe de la Brigada Rey Alfonso XIII, II de La Legión, José Agustín Carreras Postigo, y en él han participado todas las unidades de la Brigada de La Legión con base en Almería, y el jefe de línea fue el coronel Enrique Gomariz Devesa, jefe del Tercio Don Juan de Austria, 30 de La Legión, según una nota de prensa del Ministerio de Defensa.
La parada militar consistió en un acto solemne en el que, una vez formada la fuerza, se realizaron las siguientes acciones: honores a la autoridad, entrega de premios Legión, entrega del título de Legionario de Honor al señor Francisco Marhuenda García, imposición de condecoraciones al personal militar, tras lo cual el general Carreras dirigió una alocución que concluyó con los vivas reglamentarios.
Posteriormente, se rindieron los correspondientes honores a los que dieron su vida por España, los legionarios entonaron el himno de Infantería, la Canción del Legionario y se recitaron dos Espíritus del Credo Legionario, poniendo el colofón el desfile a pie frente a la tribuna presidencial, por parte de las unidades participantes.
La protección de la Inmaculada Concepción como Patrona del Arma de Infantería nace de un hecho acaecido en el siglo XVI, en la guerra que los Tercios Españoles de Flandes mantenían en los Países Bajos.
En la pequeña población de Empel, los infantes españoles resistían heroicamente las acometidas de los infantes holandeses, cuando un soldado al excavar una trinchera encontró una imagen de la Inmaculada, tal hallazgo sembró un gran revuelo y fue interpretado como un feliz augurio, contribuyendo a elevar la moral de las tropas, y a salir airoso del asedio al que estaban sometidos.