El Almería consiguió en Leganés, después de empatar 2-2, un ascenso deseado y sufrido después de seis temporadas en Segunda División en las que pasaron por el banquillo catorce entrenadores, tuvo dos presidentes y se acometieron un total de 128 fichajes en todas sus versiones (comprados, cedidos o libres).
Esos han sido los datos de siete años de sufrimiento desde que el Almería descendió un 24 de mayo de 2015 tras perder 2-3 frente al Valencia en la última jornada del curso 2014/15. Aquel año fue el último en el que los aficionados del Estadio Municipal de los Juegos Mediterráneos vieron a su equipo en la elite. A partir de ahí, entraron en un baile de inestabilidad del que el Almería ha tardado en salir.
El primer lugar en el que hay que poner el foco para comprender el tiempo que ha tardado el club andaluz en ascender, es al palco. El presidente del descenso, Alfonso García, aguantó en el cargo hasta el 2 de agosto de 2019, cuando el ministro árabe Turki Al-Sheikh compró el club por 20 millones de euros y pasó a ser el máximo accionista, dueño y presidente del Almería.
DECADENCIA DE ALFONSO GARCÍA E IMPULSO DE TURKI AL-SHEIKH
Hasta esa fecha, y desde el 24 de mayo de 2015, durante poco más de cuatro años, Alfonso García no pudo tomar el pulso a la Segunda División. Histórico del club, después de 16 años en el cargo (desde 2003) y con logros como una octava posición en LaLiga Santander (2007/2008), unas semifinales de la Copa del Rey (2011) y dos ascensos a Primera División (2007 y 2013), perdió el rumbo deportivo del Almería, que llegó incluso a rozar otra perdida de categoría.
En su primera temporada tras el descenso, el Almería se salvó de descender a Segunda División B en la última jornada tras empatar ante el Córdoba (1-1); ocurrió lo mismo la siguiente campaña. De nuevo, sobre la bocina, amarró la salvación en el último duelo frente al Reus; y en el tercer año, más de lo mismo: esperó hasta el último día para salvarse frente al Lugo tras empatar 1-1.
El último de Alfonso García en la presidencia dejó un décimo puesto en la clasificación. Ya no hubo más. En agosto de 2019 apareció Turki Al-Sheikh y comenzó una nueva era más ambiciosa y con inversiones en fichajes más sugerentes que devolvieron la competitividad al club andaluz.
Hasta su ascenso en Leganés, el Almería siempre estuvo coqueteando, como mínimo, con las seis primeras posiciones. De hecho, llegó a disputar las eliminatorias por el ascenso en dos ocasiones, pero en ambas cayó en semifinales. Y, después de rozar el sueño de Primera División, finalmente lo consiguió este domingo en Butarque, escenario de un logro que ha costado años conseguirlo.
DE SERGI A RUBI: 14 ENTRENADORES HASTA EL ASCENSO
En este tiempo, aparece otro dato relevante. Hasta catorce entrenadores, dieciséis en total si se cuentan las idas y venidas de Fran Fernández, que se ha hecho cargo del banquillo hasta en tres ocasiones, dos de ellas de forma interina. El dato es demoledor: una media de dos técnicos por temporada.
La lista, es larga: Sergi Barjuán, Joan Carrillo, Miguel Rivera, Néstor Gorosito, Fernando Soriano, Fran Fernández, Luis Miguel Ramis, Lucas Alcaraz, Óscar Fernández, Pedro Emanuel, José María Gutiérrez "Guti", la dupla Nadinho-Mario Silva, José Gomes y, finalmente, Rubi.
El curso más convulso en el banquillo fue el primero después de descender. Hasta cinco nombres se hicieron cargo del Almería (Sergi, Carrillo, Rivera, Gorosito y Soriano) para obtener como "premio" una salvación agónica. Y, el técnico que más partidos ha dirigido ha sido Rubi, que con un total de 53 en dos etapas diferentes, uno más que Fran Fernández, ha encontrado la estabilidad necesaria para firmar el ascenso.
128 FICHAJES, 65 MILLONES EN GASTOS Y UN BALANCE DE -20'6
Por el camino también quedó otra cifra sorprendente. En el tiempo que el Almería ha penado por Segunda División, ha firmado un total de 128 fichajes con un coste total de 64'75 millones. De esa cantidad, las mayores inversiones llegaron de la mano de Turki Al-Sheikh, que en tres temporadas gastó 62,02 con adquisiciones importantes como la del uruguayo Darwin Núñez, por quien pagó 13 millones de euros al Peñarol.
Otros nombres como Arvin Appiah (8,85 millones de euros), Lucas Robertone (6,40 millones), Samu Costa (5,25 millones), Umar Sadiq (5 millones) o José Carlos Lazo (4 millones), también tuvieron un coste importante. Sin embargo, en la época de Turki Al-Sheikh, también ingresó 24 millones por el traspaso de Darwin Núñez al Benfica o 4 millones por la salida de Manu Morlanes al Villarreal.
Esas inversiones contrastan con las que acometió Alfonso García, cuyo principal gasto fue el de José Pozo, Chuli, Ángel Trujillo y Fidel, por quienes pagó 500.000 euros al Manchester City, al Betis, al Levante y al Córdoba, respectivamente. Después, sólo pagó por Luis Rioja (150.000 euros) y por Lucien Owona (70.000 mil euros). El resto de fichajes, los hizo a coste cero.
El total de ingresos por ventas en estos siete años alcanzó los 44,15 millones de euros. Al final, el balance es negativo para el Almería, que ha gastado más que vendido y tiene un saldo de -20,6 millones de euros. Casi todos los gastos llegaron del nuevo presidente, que comprendió y arriesgó que para ganar hay que invertir. Ya tiene su recompensa. Un ascenso muy deseado que ya puede disfrutar. El Almería, es de Primera División.
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