Durante una discusión en la puerta de un pub de Roquetas de Mar
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ha condenado este martes a tres años de prisión a una mujer que ha reconocido que intentó matar a puñaladas a otra mujer durante una discusión en la puerta de un pub de Roquetas de Mar.
La acusada ha mostrado su conformidad después de que el fiscal haya rebajado su petición inicial de penas de siete a tres años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa al aplicar la atenuante muy cualificada de reparación del daño causado.
Precisamente, el abogado de la acusada ha entregado de forma previa un certificado para acreditar que su cliente había abonado 2.300 euros en concepto de responsabilidad civil.
Por ello, el fiscal no sólo ha reducido su petición de pena de prisión, sino que también ha rebajado de 8 a a cuatro los años en los que tendrá una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la otra mujer, dejando su petición de cinco años de libertad vigilada como estaba.
La magistrada Társila Martínez ha dictado entonces sentencia “in voce”, si bien ha precisado que durante la fase de ejecución se estudiará la suspensión de penas solicitada por el letrado de la acusada, apuntando que está en tratamiento de deshabituación de drogas, o la expulsión del país tras cumplir dos tercios de la pena que reclama el fiscal para esta acusada de origen marroquí.
La calificación del fiscal, consultada por EFE, señala que los hechos tuvieron lugar sobre las 04:30 horas del 23 de agosto de 2019, cuando la acusada se encontraba en el exterior de un pub en la zona de ocio de la plaza de toros de Roquetas de Mar.
Fue entonces cuando inició una discusión con la víctima, en mitad de la cual sacó un "objeto cortante que tenía oculto en el interior de su zapatilla" y atacó "de forma sorpresiva" a la otra mujer.
De esta forma, asestó "diversas puñaladas en la zona del abdomen" a la otra mujer, comenzando tras esto un forcejeo entre ambas en el que la acusada llegó a morder en la cara a la víctima, así hasta que varios testigos mediaron para separarles y quitarle el objeto con el que la había atacado.
A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones que precisaron de tratamiento hospitalario y farmacológico, además de curas, locales, tardando 20 días para sanar, de los que 10 estuvo impedida para sus "quehaceres cotidianos".
"La zona anatómica sobre la que se produjo la agresión (...) se considera de riesgo vital por la posibilidad de lesionar órganos vitales", añade el fiscal.