El músico y director alcalaíno Carlos Gómez Barba, uno de los integrantes del quinteto Glauka, estrena este jueves, 2 de septiembre, la obra “Conjuro, un corazón reflejado en el viento”. Será en el liceo Berta Wilhelmi de Granada. Este proyecto, financiado por la Embajada de España en Bruselas, conmemora el 85º aniversario de la muerte de Federico García Lorca, así como el centenario de su célebre obra “Poema del Cante Jondo”, escrito en 1921. Entrevistamos a Carlos Gómez para conocer más en profundidad esta interesante propuesta.
¿Cómo nace “Conjuro: un corazón reflejado en el viento”? El proyecto nace como una propuesta de Francisco Rojas, el flautista del quinteto, que se encuentra en Bélgica realizando el máster de flauta en el conservatorio de Amberes, y se enteró del programa “Ventanilla Abierta”, que organiza y financia la Embajada Española de Bélgica. Este programa pretende dar visibilidad a artistas españoles en el extranjero. Tuvimos que enviar un vídeo, que grabamos en “El palacete de las Hilanderas” de Alcalá, además de un dossier explicativo del proyecto. La propuesta fue elegida junto a nueve proyectos más.
Su originalidad radica, quizá, en aunar música y poesía, aprovechando el nexo entre Lorca y Falla, ¿no es cierto? Sí, es precisamente esto lo que hace que el proyecto sea original. Nos parecía interesante establecer un vínculo musical entre Lorca, granadino de nacimiento; y Manuel de Falla, granadino de adopción. Para la composición de la obra, nos pusimos en contacto con Pilar Miralles, una compositora granadina de proyección internacional, y el resultado ha sido fascinante. Además, la obra incluye motivos musicales basados en algunas obras de Manuel de Falla.
Es un proyecto de largo recorrido que tendrá su próxima parada, precisamente, en el auditorio Manuel de Falla, ¿no es así? Sí, hemos trabajado mucho en él y lo seguimos haciendo a día de hoy. Se podría decir que es el reto más importante al que nos hemos enfrentado como formación, en nuestros 5 años de existencia. La presentación del proyecto en el auditorio tendrá lugar el 27 de noviembre. Tocar en el Auditorio Manuel de Falla siempre es algo muy especial, y en esta ocasión lo será aún más.
¿Cómo ha resultado tu experiencia como director de la Coral Encina Hermosa? Dirigir es una de las experiencias más increíbles y emocionantes que he experimentado. He tenido la oportunidad de dirigir algunas agrupaciones profesionales en cursos de dirección, pero nunca me había enfrentado al reto de dirigir un coro no profesional. Y la verdad que, viendo los resultados obtenidos en la última semana, la satisfacción es el doble de grande. Creo que a base de trabajo y empeño hemos podido defender un buen repertorio y por esta razón estoy muy orgulloso de todos los miembros de la Coral. Recibir sus muestras de cariño semana tras semana no tiene precio. Por último, me gustaría agradecer públicamente a Violeta, Juanra e Inma, que accedieron de manera desinteresada a participar en el concierto, y que pusieron el broche de oro a la noche. Todavía a día de hoy estoy asimilando su participación en el concierto, así que solo tengo palabras de agradecimiento para todos ellos.
Para finalizar, la cultura parece también comenzar a ver la luz al final del túnel después de esta difícil etapa. ¿Cómo crees que va a ser esta era post-covid que ya empezamos a vislumbrar en el terreno de los conciertos y eventos de música clásica en general? Creo que se va a producir una explosión de conciertos y de música en directo. De hecho, ya está ocurriendo. La gente está muy cansada de esta situación y necesita salir, ver música en directo y disfrutar de la cultura en cualquiera de sus ámbitos. El sector cultural ha sido uno de los principales afectados por la pandemia con una paralización total de la música en directo; pero auguro un buen futuro para el resurgimiento de la música en vivo. Al fin y al cabo, la música es una forma de expresar la libertad, y no hay ningún derecho de privar al ser humano de ella.
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