Alcalá la Real

Presentada la restauración de la Virgen de las Mercedes de Melgar

La restauración ha sido llevada a cabo por Antonio Custodio López con la financiación de la Fundación Caja Rural de Jaén

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  • Presentación de la restauración. -

La sacristía de la iglesia de Consolación acogía en la tarde de este jueves, 20 de junio, la presentación de la restauración de la pintura “Virgen de las Mercedes” que ha llevado a cabo el restaurador Antonio Custodio López García, como proyecto financiado por la Fundación Caja Rural de Jaén. La presente pintura de la patrona de Alcalá la Real ha sido atribuida por la crítica a Luís Melgar, un artista activo en la ciudad entre los años 1688 y 1725 y que fuera miembro de una larga saga de pintores entre los que destacan Luís Melgar y Valladolid, Domingo Melgar Jurado y Francisco Melgar Flores. Son escasos los estudios que versan sobre su figura, cuya obra describe Galera Andreu “dentro de un concepto melifluo de la pintura, inclinado hacia lo anecdótico y con bastante peso decorativista”. Al mismo Melgar se le atribuyen otras representaciones de la Virgen de las Mercedes, como la conservada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real o la de la iglesia de San Antonio, en Fuente Álamo, así como el apostolado que preside la capilla mayor del Santuario de Jesús Nazareno de Jaén, entre otras obras.

La pintura que nos ocupa presentaba leves deformaciones por la deficiente sujeción de algunos de los bordes, así como pequeñas roturas y pérdidas de soporte en distintos puntos de la obra. Asimismo, la oxidación del barniz desvirtuaba en gran medida el colorido original con el que fue concebida. En referencia al marco, su estado de conservación era muy delicado. Presentaba un avanzado ataque de insectos xilófagos, uniones inestables, pérdidas de todos los estratos y numerosas intervenciones como la reposición de molduras del borde interior o numerosos repintes.

En cuanto a la intervención, comenzó con un empapelado de la película pictórica utilizando cola animal hidratada y papel japonés como protección. El lienzo se desmontó y se limpió mecánicamente el reverso, aplicando de forma paralela pesos y humedad para eliminar deformaciones. Para asegurar la película pictórica se rehidrató con humedad el empapelado y se aplicó calor con diversos planchados para asegurar el proceso. Una vez terminado se colocaron puentes de hilos en roturas e injertos en pérdidas, así como bandas perimetrales con el objetivo de permitir un tensado uniforme sobre un nuevo bastidor de madera de pino.


El proceso continuó en relación al estrato pictórico: limpieza de la suciedad superficial y barnices oxidados mediante diferentes mezclas químicas, nivelado de las pérdidas con estuco tradicional y reintegración cromática mediante acuarela y pigmentos al barniz. Finalmente se aplicó un barniz protector.

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