Tras un largo periodo administrativo las obras del futuro tanatorio-crematorio ya han dado comienzo para dar así respuesta a la demanda existente en Alcalá la Real que, si bien cuenta con tanatorio, no dispone de crematorio, motivo por el que las familias que desean incinerar a sus seres queridos deben hacerlo fuera del municipio con las molestias que ello conlleva.
La nueva infraestructura contará con más salas y servicios que el tanatorio actual, ubicado junto al cementerio “Nuestra Señora de las Mercedes”. El que ahora ha comenzado a construirse está a solo unos metros, en el acceso al camposanto alcalaíno, colindante a la nave de Jardines y Medio Ambiente y a espaldas del CHARE.
Según detalla el alcalde, Marino Aguilera,
“se trata de una superficie de 3.500m2 que el Ayuntamiento cede mediante la figura del derecho de superficie. Como consecuencia de la cesión de uso privativo del suelo, se van a realizar las obras de mejora de infraestructuras y acondicionamiento de la subida al cementerio municipal, con las que se mejorarán los accesos tanto para tráfico rodado como para peatones, y se incorporará el saneamiento del que actualmente carece el camposanto”.
Cabe recordar que la Junta de Gobierno Local ya concedió la preceptiva licencia de obras el pasado mes de julio a Rafael Funes Vallejo. La empresa Funes Vallejo realizará una inversión de 1,5 millones de euros para dotar a Alcalá de una infraestructura muy necesaria, tras hacerse en concurso público con la concesión de la citada parcela, de propiedad municipal, mediante derecho de superficie a 75 años. Una fórmula de colaboración público-privada por la que apuesta el Ayuntamiento para incentivar la inversión.
En cuanto a las características del edificio, este contará con cinco salas, cuatro grandes y una auxiliar más pequeña. Ésta última concebida para dar servicio a familias más reducidas o que busquen una opción más económica. Asimismo, albergará otros espacios públicos como capilla, zona de administración-tienda, donde a su vez se expondrán flores y lápidas. Junto al área destinada a crematorio, ubicada al fondo del edificio, los usuarios dispondrán del “Bosque de las cenizas”, un espacio verde que podrá usarse como lugar de esparcimiento, de paseo o meditación.
Todo ello quedará complementado con los espacios privativos de servicio que albergarán la sala de prácticas mortuorias, otra de servicio para los distintos túmulos, almacenes, archivo, vestuario, zona de descanso del personal y garaje.
La idea del promotor es la de apostar por un modelo que dote de más independencia a los usuarios. Así, las zonas de circulación quedan predominantemente al aire libre, mientras que las salas principales se dotan de espacios adicionales, como un área más privada para el descanso de los familiares, un baño con ducha y una habitación con office para poder comer o recibir un catering. La iniciativa se complementa con las dependencias necesarias para dar a su vez un servicio de crematorio, incorporando la sala de incinerado, la sala de despedida y una sala de espera junto a un núcleo de aseos.
La circulación del visitante será independiente a la del féretro, por lo que familiares y público transitarán por el flanco este, creando una galería cubierta al exterior, al tiempo que el flanco norte se abre para enmarcar la Fortaleza de la Mota. El flanco sur por su parte queda como fachada-escaparate para la recepción del visitante, punto en el que estará ubicada igualmente la tienda-administración. La fachada oeste se destinará a la circulación del personal de servicio y del féretro.
En el nivel superior se distribuyen la capilla, en contacto directo con un gran patio ajardinado y una zona porticada que hace de preámbulo y zona de espera previa a la ceremonia. El acceso general al nivel inferior por parte del público se produce mediante una pequeña escalinata en la esquina inferior, complementada por una rampa destinada a personas con movilidad reducida o vehículos eventuales como bomberos, jardineros, etc.
