Este 25 de noviembre, Castillo de Locubín y Ventas del Carrizal han celebrado el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres con la lectura de sendos manifiestos, actos que han contado con la asistencia de varios representantes del equipo de gobierno municipal, entre los que han estado el alcalde, Cristóbal Rodríguez, y la concejala de Educación, Rosa López Coello.
En dicho manifiesto se ha recordado que “según datos de la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género, desde que se empezaron a contabilizar en 2003 estos asesinatos hasta la fecha, 1.113 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. El año 2020 cerró con 45 mujeres asesinadas. De estos 45 casos, en 20% tuvieron lugar en Andalucía, siendo esta la comunidad autónoma que presentó mayores cifras de asesinatos, y en lo que va de año se han contabilizado 35 asesinatos de mujeres. Además, 5 menores han sido víctimas mortales directas de una violencia vicaria que utiliza a las personas más vulnerables, las niñas y niños, para hacer daño a sus madres. Una violencia que nos rompe como sociedad, aún más si cabe”.
El Pacto de Estado en materia de Violencia de Género surgió en respuesta a esta grave situación y recogía un conjunto de propuestas para mejorar la lucha contra la Violencia de Género, así como la protección y atención de las víctimas. Con carácter particular, ponía el foco sobre colectivos de mujeres especialmente vulnerables, entre ellas, las mujeres que residen en el ámbito rural.
En el manifiesto se ha recordado que “en comparación con las mujeres urbanas, las mujeres de áreas rurales tienen un menor acceso el mercado de trabajo formal, donde permanecer en situaciones de mayor precariedad. Se siguen invisibilizando sus roles en el ámbito público y su actividad en las explotaciones agrarias familiares y en la pesca, las relaciones de género son menos igualitarios, los hombres no se involucran en la corresponsabilidad y apenas hay recursos para la conciliación. El control social está muy presente en su vida cotidiana y eso las frena a la hora de acudir a los recursos de su localidad”.
Finalmente, en el manifiesto, las Diputaciones de Andalucía, pioneras en el apoyo a los colectivos de mujeres y sus demandas, manifiestan “el compromiso con sus reivindicaciones, para lo que se entiende imprescindible, entre otras acciones, exigir una distribución geográfica racional de los recursos especializados en base a criterios de densidad de población; reforzar e implementar políticas públicas de empleo destinadas a mujeres víctimas de violencia en el medio rural; promover las asociaciones de mujeres rurales como escodo y espacio seguro contra la violencia de género; fomentar la formación especializada de profesionales de los diferentes ámbitos de actuación en el medio rural: social, educativo, sanitario, laboral, policial y judicial, para disminuir los índices de victimización secundaria o apoyar la implementación de la ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agraria, concebida con el propósito de sacar a la luz el trabajo invisible de muchas mujeres del sector agrario y mejora su independencia económica”, entre otras medidas.
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