Luís Muñoz Delgado se ha estrenado a los 53 años en el mundo de la literatura con “Trascender lo elemental”, opera prima que ha tenido, además, una excelente acogida en Amazon, donde la novela está teniendo una importante repercusión en ventas y crítica. Tras su puesta de largo el verano pasado en Granada, este viernes, 22 de octubre tendrá lugar su presentación en Alcalá (Aula Magna de Capuchinos, 20 h). Hoy conocemos mejor a este alcalaíno, profesor de lengua castellana y lenguas clásicas en el colegio El Carmelo de Granada, y que el año pasado iniciaba su carrera literaria con esta primera novela.
Se ha dicho de “Trascender lo elemental” que es “una novela de relaciones familiares”. ¿Está de acuerdo con esa definición? Creo que sí. La novela se va construyendo a través de la evolución de los miembros de una familia, cada uno con sus luces y sus sombras. De hecho, es la conexión o la identificación con ellos uno de los aspectos que más subrayan las reseñas de los lectores y me alegra que sea así.
¿Cree que el planteamiento de esas “cuestiones profundamente humanas” es quizá el secreto de su éxito? Nunca puede estar uno seguro de este tipo de cosas, al fin y al cabo cada lector recrea la obra que lee, pero entiendo que sí, que la novela conecta, como he dicho antes, con temas muy cercanos. Mateo, Ingrid, María y Mercedes nos llevan de la mano, como en un pequeño paseo por la vida, para hacernos mirar las cosas con calma y reflexionar.
Volviendo un poco sobre su trayectoria, usted se doctoró con una tesis titulada “Léxico de magia y religión en los papiros mágicos griegos” en 1999, obra fue publicado posteriormente por el CSIC dos años después. Las palabras magia y mágico se repiten en este sugerente título, y también en su novela hay un enigmático cuadro. ¿El misterio es uno de los motores de su creatividad? Tal vez sea una simple casualidad. La tesis aborda la terminología específica de unos papiros griegos antiguos y como tal no tiene relación directa con la novela. Fue un trabajo intenso que se prolongó en el tiempo, pues por esos años ya estaba dando clase. A pesar de todo, quien lea la novela podrá comprobar que algún pequeño guiño hay en este sentido (no debo desvelar más).
Por último, como docente, tiene una visión de primera mano sobre las generaciones más jóvenes. En materia de cultural, ¿qué puede decirnos, por su experiencia, de la generación milennial? En los jóvenes de hoy podemos encontrar muchos de los rasgos, tanto en lo positivo como en lo negativo, presentes en jóvenes de años anteriores. A pesar de que los mayores tendamos a quejarnos de ellos, pienso que no hay grandes diferencias. Los aspectos que sí echo de menos son el esfuerzo, el orgullo sano de luchar por mejorar y avanzar (tal vez han venido a un mundo con demasiadas cosas dadas), y la falta de calma. Hoy más que nunca la tecnología los empuja (a todos en realidad) a la prisa, a la velocidad, a la impaciencia, cuando en muchos momentos la vida requiere un poco de calma y reflexión. En cualquier caso, si un joven, en medio de este barullo, es capaz de extraer lo positivo de esta evolución y, al mismo tiempo, desarrolla un sano sentido crítico para saber moverse por la vida, podrá llegar muchísimo más lejos que las generaciones anteriores. Esa es mi esperanza como docente.
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