La necedad no es la ignorancia, sino la asociación mecánica de las ideas. Con esta certera frase, un viejo profesor enseñó a sus alumnos de bachillerato que debían priorizar el silencio a decir una tontería; que el pecado no era desconocer algo, sino solemnizar o sentenciar sobre cualquier cosa que no hubieran estudiado o vivido en primera persona, y de la que podrían tener la tentación de construir una imagen basada en vagas referencias o prejuicios inconsistentes. Han pasado ya más de cinco lustros de aquella sabia enseñanza y no dejo de recordar esa frase cada vez que dibujan una imagen distorsionada de Andalucía.
No soy politólogo ni fundé un partido político como Juan Carlos Monedero alumbró Podemos, pero les garantizo que intento evitar lugares comunes o tópicos trasnochados que se asientan enel desconocimiento interesado, el cliché impuesto y el clasismo territorial. Así lo pienso y así se lo digo, señor Monedero, porque le reconozco que como andaluz me siento profundamente ofendido con sus palabras sobre mi tierra y mis paisanos. Si lo pretendía, enhorabuena porque lo ha conseguido de lleno. No ya sólo por sus mensajes, sino también por el momento escogido: en plena resaca del Día de Andalucía en la que los andaluces seguimos saboreando la brillantez y el compromiso de nuestros dos nuevos hijos predilectos: el médico e investigador Guillermo Antiñolo y el dramaturgo José Luis Gómez.
Le invito encarecidamente a que se lea sus discursos y que visite Andalucía para que conozca –parafraseando a Antiñolo- “quienes somos y quienes queremos ser, y no quienes fuimos”. Le garantizo que no me duelen sus ataques a Susana Díaz,aunque sus palabras excedan la crítica política. Lo que realmente me enoja es que usted llame al pueblo andaluz “muy obediente”, como si existiera una sumisión coral para mantener a “los mismos gobernantes del PSOE” porque hay “mucha queja cantada y mucha resignación”. Y apostillaba: “Hay terratenientes muy ricos y jornaleros muy pobres”.
Tal ejercicio de estulticia raya la esquizofrenia cuando introduce en su artículouna crítica a quienes piensan en la Andalucía “de los tópicos que enarbolan idiotas en el norte y en el sur que se creen mejores”. Hasta hace poco tiempo, estos ataques supremacistas se restringían al nacionalismo catalán yal centralismo conservador. Me sorprendió cuando el socialista Odón Elorza ironizó sobre nuestra educación y ahora me deja usted ojiplático. Tanto que le debe una urgente excusa a los andaluces.Disculpa que, lamentablemente, no le han exigido los dirigentes de Podemos Andalucía.
Posdata: Quedan 667 días para que finalice el injusto peaje de la AP4. n
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