Esta semana, en menos de veinticuatro horas, tres trabajadores han encontrado la muerte en el tajo, dos de ellos en una empresa del puerto de Algeciras y otro en una fábrica de Puente Genil. La siniestralidad laboral en Andalucía sigue presente hasta cotas insoportables pese a que la Consejería de Empleo y los agentes sociales alcanzaron un acuerdo, hace dos meses, para poner en marcha un plan de choque, dotado con más de dos millones de euros, con el objetivo de frenar -sin conseguirlo- esa lacra social.
Siempre que hablamos de este tema ponemos el acento en la prevención y, en efecto, es fundamental la formación de empresa y trabajador para una buena praxis laboral que evite estos siniestros. Sin embargo, parece que no hay una verdadera concienciación en la sociedad para condenar estos accidentes que, en ocasiones, acaban con la vida de jóvenes incluso en su primer día de trabajo. Un horror. Todos tenemos presentes las campañas de sensibilización de la Dirección General de Tráfico para evitar siniestros en la carretera. Hemos visto spots en la televisión algunos más creativos, otros más duros y desagradables, pero siempre impactantes. ¿Recuerdan alguno para evitar los accidentes laborales? Yo no, aunque soy frágil de memoria para lo que me interesa (como dicen mis padres). ¿Por qué no una campaña audiovisual en la que se vea a un joven de 26 años salir hacia su puesto de trabajo con la ilusión de su primer día en el mercado laboral y luego ver a sus padres llorando camino del cementerio?
154 personas murieron en Andalucía en el tajo o camino de él en 2022. Una de cada cinco muertes en accidente laboral en España se produce en la comunidad andaluza. Son datos suficientemente graves para que nos tomemos en serio este importante problema. Lamentablemente, no hay varitas mágicas. Ninguna medida de la administración va a obrar para que acaben los accidentes laborales de un día para otro, pero algo habrá que realizar, y lo antes posible, más allá de las concentraciones de oficio y del plan de choque suscrito por Gobierno andaluz, patronal y sindicatos el pasado 1 de agosto. La Inspección de Trabajo y el Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales tienen mucho que decir, y si carecen de los medios suficientes para conseguir sus objetivos, es el momento de reclamarlos y dotárselos.
