Corea del Norte cargó contra la ONU, y en especial contra EE.UU. y sus aliados, por la reciente reunión de su Consejo de Seguridad celebrada para discutir sus recientes lanzamientos de misiles.
En un comunicado publicado por la agencia KCNA, Jo Chol-su, director del departamento de Organizaciones Internacionales de la Cancillería norcoreana, recordó que Pionyang nunca ha reconocido las resoluciones, las cuales tachó de "parciales e ilegales", que pesan contra el régimen por su programa de armas de destrucción masiva.
Jo dijo que durante la reunión "EE.UU., y aquellos países que siguen a EE.UU., como Reino Unido y Francia", defendieron que el reciente lanzamiento de un misil con tecnología hipersónica por parte de Pionyang vulnera esas sanciones y que puso en peligro a países vecinos.
"Todas las pruebas de armas de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) se llevan a cabo minuciosamente en la tierra, el aire y los mares territoriales de la RPDC y en mares abiertos seguros y nunca han planteado ninguna amenaza o daño a la seguridad de sus países vecinos", afirmó Jo.
Añadió que lo dicho en la reunión, es una muestra de "abierta ignorancia y una usurpación desenfrenada de la soberanía de la RPDC y una provocación grave e intolerable contra ella".
Jo dijo también que "el Consejo de Seguridad guarda silencio sobre los ejercicios militares conjuntos a gran escala entre EE.UU. y sus fuerzas vasallistas y sobre sus frecuentes pruebas de armas de ataque, pero critica las medidas de autodefensa normales y planificadas tomadas por la RPDC".
El diplomático considero que esto muestra la falta de "imparcialidad, objetividad y equilibrio" en el seno del órgano y es un claro ejemplo del doble rasero del Consejo de Seguridad.
Pionyang ha llevado a cabo cuatro pruebas de misiles en los últimos 20 días.
Esto, unido al hecho de que han reactivado instalaciones capaces de fabricar combustible que puede usarse en bombas nucleares y a que Seúl ha respondido lanzando un misil balístico desde un submarino y anunciado el desarrollo de diferente armamento de nueva generación, subraya la escalada militar en la que está sumida la península.
A su vez, las conversaciones sobre desnuclearización entre Corea del Norte y EE.UU. siguen estancadas desde 2019 y el líder Kim Jong-un dijo esta semana que no tiene intención de dialogar de momento debido a que Washington no ha modificado su "política hostil" hacia Pionyang.
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