El regreso a las aulas ha sido escalonado, no ha tenido incidencias destacables y ha vuelto a estar marcado por la situación sanitaria en la que nos encontramos, una situación que ha evolucionado a mejor en comparación con la que existía hace ahora un año y que ha hecho que el nuevo curso se afronte con una sensación de normalidad, más allá del lógico y obligado cumplimiento de los protocolos fijados. Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde, Esteban Morales, que visitó el CEIP. Miragenil acompañado por el concejal de Educación, José Antonio Cruz y por el director del centro, Manuel Arroyo. Morales explicó que este año vuelve a apreciarse una disminución de la natalidad, y lamentó la supresión de una unidad en el Colegio Castillo Anzur, una preocupación de la comunidad educativa, porque eso impide que haya más profesores o servicios en los colegios. “Es momento de revisar los objetivos de la administración educativa para dirigirlos hacia una bajada de ratio en las clases, aumentando con ello la calidad educativa, con un menor número de alumnos por clases y aprovechar a los profesores, que son magníficos profesionales”, dijo el alcalde, quien señaló que a nivel municipal “seguiremos apoyando el tema de desinfección, pese a no ser una competencia municipal, y le vamos a reclamar a la Junta ese plus”.
“No nos olvidamos de la compra de desfibriladores ni de la adquisición de los purificadores que conseguirán una subida de la calidad del aire en las aulas”, dijo el alcalde, quien animó a la comunidad educativa a continuar trabajando como hasta ahora, puesto que “son un ejemplo de compromiso “. “Los padres deben estar tranquilos, los colegios no son focos de positivos y esperamos que el próximo curso se materialice esa disminución de ratio para mejorar la calidad de la educación”, concluyó.
También el alcalde aprovechó la ocasión para mostrar su sorpresa ante las quejas vecinales por el inicio de las obras en el entorno de Pemán coincidiendo con el principio del curso. “Yo entiendo que las obras son molestas, pero no entiendo la queja. El PROFEA dura seis meses. Si hacemos las obras en enero, pilla el final del curso, y si las hacemos en verano le pilla el inicio, y también tenemos que pensar en los trabajadores, ya que si las obras son en verano, esto también molesta para trabajar y también molesta a los vecinos, porque si comienzan muy temprano , el jaleo genera molestias”, razonó Morales, quien pidió disculpas por las molestias, pero también paciencia “porque en Navidad la obra estará concluida”.
Por su parte, José Antonio Cruz, destacó la inversión del Consistorio en materia de desinfección de centros, que el curso pasado alcanzó unos 150.000 euros, recalcando que el Ayuntamiento la acomete pese que la ley establece que la competencia es autonómica. Por último, Manuel Arroyo, desglosó las novedades curriculares del presente curso y agradeció el apoyo del Ayuntamiento a las peticiones trasladadas por el centro solicitando a la Junta aula matinal y comedor escolar para el próximo curso.
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