Un joven, natural de Gibraltar, ha sido condenado a cuatro años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros tras haber sido detenido en aguas del Estrecho de Gibraltar con un barco recreativo en el que viajaban ilegalmente 15 inmigrantes marroquíes, entre ellos una mujer.
El condenado, C.A.M., de 30 años, ha reconocido su culpabilidad en los hechos en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta después de permanecer en prisión preventiva desde que se produjo su arresto el 26 de julio, según han informado fuentes judiciales.
En la sentencia se ha tenido en cuenta que el patrón traficaba con estas personas poniendo en grave peligro sus vidas ya que ninguno de ellos sabía nadar, tuvieron que ser rescatados por los agentes, ni llevaban puesto el chaleco salvavidas u otras medidas de protección.
La Fiscalía recoge además en su escrito de acusación que "la embarcación llevaba exceso de personas, con el consiguiente riesgo para la seguridad de los transportados".
El joven fue detenido por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil después de interceptar a unas tres millas de la zona denominada "Punta Almina" la embarcación de recreo, provista de un motor fueraborda de 250 caballos, con matrícula de Gibraltar.
En el barco, además del patrón ahora condenado, viajaban otras 15 personas (14 hombres y 1 mujer), todas ellas indocumentadas, adultas y de origen marroquí.
Una vez trasladadas hasta la base del Servicio Marítimo, se procedió a la detención del patrón, como presunto autor de un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros.
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