La operación, denominada 'Espuela', comenzó en noviembre de 2008 y fue llevada a cabo por la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz en colaboración con las comandancias de Algeciras y Málaga. Los detenidos, de los cuales 13 trabajaban en el puerto de Algeciras, se encargaban de asegurar que la cocaína, oculta en contenedores procedentes de Guayaquil (Ecuador), llegara al puerto algecireño para, una vez allí, introducirla en los habituales canales de distribución.
En noviembre de 2008, se comenzó a sospechar de varios trabajadores del puerto de Algeciras que mantenían contactos frecuentes con personas relacionadas con el mundo del narcotráfico. El hecho de que muchos de ellos realizaran sus labores dentro del muelle de descargas y con cometidos bien diferentes, hizo sospechar que, una vez coordinados, podrían estar colaborando con organizaciones de narcotraficantes para sacar droga a través del muelle valiéndose de la accesibilidad y libertad de movimientos que les proporcionaban sus empleos.
Así, durante el transcurso de la investigación observaron la existencia de toda una organización que, "subcontratada" por otras, que recibía encargos en los que se le facilitaba el número de contenedor en el que se ocultaba la droga y, a cambio de una sustancial suma de dinero, debía garantizar que la droga sería extraída del muelle y entregada a su destinatario una vez fuera del recinto portuario.
Para ello los ahora detenidos utilizaban el procedimiento denominado "gancho perdido" mediante el cual, una vez se descargaban los contenedores en el puerto, los ahora detenidos accedían a su interior tras romper sus precintos, recogiendo la droga y volviendo a cerrar el contenedor, cargado de plátanos, con otro nuevo precinto de similares características que, junto a la droga, iba dentro de los contenedores.
Aunque el modo de "operar" de la organización es bien conocido por la Guardia Civil, el hecho de que varios de los detenidos trabajaran dentro del puerto dificultaba seriamente la investigación, ya que cuando recibían estos cargamentos, la organización adoptaba todo tipo de precauciones y medidas de contravigilancia para evitar ser descubiertos.
Pese a ello, en cinco ocasiones distintas, la Guardia Civil intervino un total de 213 kilogramos de cocaína en poco más de tres meses. Fue en uno de esos intentos fallidos cuando fue detenido un estibador portuario cuando trataba de salir del muelle con 39 kilos de cocaína ocultos en el maletero de su vehículo.
NUEVO CARGAMENTO Y DETENCIONES
En la madrugada del miércoles, miembros de la Guardia Civil de Cádiz sabían que los ahora detenidos esperaban un nuevo cargamento de cocaína procedente nuevamente de Guayaquil (Ecuador), por lo que se adoptó un amplio dispositivo en el que participaron miembros de las comandancias de Cádiz, Algeciras y Málaga, así como uno de los helicópteros del Cuerpo.
Así, a las tres de la madrugada, cuando se disponían a abrir el contenedor, efectivos de la Guardia Civil (Policía Judicial de Cádiz y Sección Fiscal de Algeciras) intervinieron rápidamente logrando la intervención de 27 kilos de cocaína y la detención de varias de las personas que colaboraban en la apertura del contenedor.
A partir de ese momento, los agentes pusieron en marcha el operativo diseñado al efecto para la detención del total de las 24 personas que pertenecían a la organización. Inmediatamente después se practicaron siete registros domiciliarios interviniéndose en ellos más de 42.000 euros, nueve kilos de cocaína, 26 vehículos, móviles, GPS, escrituras, documentación de constitución de sociedades "pantalla" en Gibraltar o herramientas para la apertura de los contenedores.
Los detenidos residían en Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios y Estepona (Málaga), donde se efectuaron los diferentes registros domiciliarios, así como en Sotogrande.
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