Las organizaciones agrarias Asevi-Asaja y COAG cuestionaron este lunes la supervivencia del viñedo del Marco de Jerez, una consecuencia directa del bajo precio al que se está pagando la uva y de las dificultades que existen para garantizar el relevo generacional en un cultivo tan característico de esta zona.
Las bodegas están pagando el kilo de uva a 39 céntimos, cuando un estudio elaborado por la propia Consejería de Agricultura de la Junta en 2002 consideraba que los costes de producción rondaban ya entonces entre 47 y 53 céntimos.
De hecho, hoy día se estima que el kilo de uva tendría que abonarse a unos 60 céntimos para cubrir gastos y garantizar un beneficio económico mínimo para el productor.
Luis Ramírez, secretario general de Asaja-Cádiz, advirtió de que el sector se encuentra ante un momento “de responsabilidad histórica” porque “el viñedo se muere” y los viticultores están “en la ruina más absoluta” y sin posibilidad de atender sus explotaciones.
Esta circunstancia está motivando que aquellos que alcanzan la edad de su jubilación no encuentren relevo y que muchos de quienes deben seguir trabajando estén apostando por otros cultivos más rentables, como el almendro o el olivar.
“Tendemos la mano al resto de sectores para poner en valor nuestro viñedo, con precios dignos que hagan rentables las explotaciones. A partir de ahí esos precios deben repercutirse en la bota de mosto y en el producto final. Lo que no puede ser es que nuestros vinos salgan de las bodegas 1,30 ó 1,50 euros el litro y en los lineales veamos las botellas a 3,50 ó 4 euros”, apostilló Ramírez.
El secretario general de COAG, Miguel Pérez también consideró “trascendental” el momento que se está viviendo, advirtiendo de esa ausencia de relevo generacional y de la posibilidad de que con ello se pierda el conocimiento de la viña que se ha venido trasladando “de generación en generación” dado que “la profesión de viñista no se estudia en ningún sitio”.
Las organizaciones abogan por el desarrollo de una organización interprofesional del viñedo con idea de dar valor a toda la cadena productora.
Habrá incremento de la producción
El sector se prepara ya para el inicio de la vendimia, que podría tener lugar en poco más de una semana. Según Miguel Pérez, la calidad de la uva es “extraordinaria”, dado que la viña “está muy sana” y la meteorología “está acompañando”.
Las primeras estimaciones hablan de un incremento de la producción del 10 e incluso del 15 por ciento con respecto a lo cosechado en 2020, cuando se molturaron 57 millones de kilos de uva.
La mayoría de los viticultores ya tienen contratos firmados con las bodegas con precios que apenas cubren costes.
Las organizaciones creen que habría que diferenciar la uva en base a parámetros de calidad.
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