El Ayuntamiento de Jerez tuvo que suspender este viernes por la tarde la celebración del primer recital incluido en el ciclo Viernes Flamencos por un problema de acústica, ya que el escenario elegido para esta ocasión, los Jardines de la Atalaya, está rodeado de viviendas y hacía falta un limitador de sonido para no superar los decibelios permitidos.
De momento, no hay comunicado oficial municipal acerca del desarrollo del ciclo a partir de esta próxima semana y del espectáculo suspendido, pero desde el ámbito político el PP ya pide explicaciones y responsabilidades por lo ocurrido.
Los populares lo han calificado como "chapuza" y aluden a la "improvisación y falta de gestión que debería de suponer la asunción de responsabilidades".
Al PP no le vale, de momento, la explicación del limitador de sonido, y sostiene que si es así hubiese sido muy fácil adquirir uno para resolver el problema.
El concejal Jaime Espinar recuerda que la Ordenanza Municipal "ya recoge desde hace años en su artículo 47 que para las actividades al aire libre es obligatorio contar con un limitador-controlador", y lamenta que a causa de esta circunstancia se haya dañado la "imagen de Jerez, de su cultura y de su flamenco”, sobre todo por sus efectos sobre la propuesta de presentar candidatura a la capital europea de la Cultura.
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