Pese a la ausencia, por segundo año consecutivo, de la Fiesta de la Cereza, Castillo de Locubín ha querido convertir el tercer fin de semana de junio en un momento para la celebración y el disfrute de los vecinos, tal y como viene sucediendo desde hace ya casi cuatro décadas. Las fiestas de “Lo Nuestro” han venido a sustituir por exigencia de las recomendaciones sanitarias, a las que tradicionalmente se han dedicado al rojo fruto, verdadero símbolo de la localidad. Dichas fiestas se saldan con un balance muy positivo por parte del consistorio municipal.
“El tercer fin de semana de junio siempre ha sido una fecha muy especial para Castillo de Locubín, puesto que celebrábamos la Fiesta de la Cereza al igual que lo hemos venido celebrando durante los últimos treinta y siete años. Este año, la epidemia de Covid nos ha obligado a llevar a cabo una celebración totalmente distinta. Pero, desde luego, a lo que no hemos renunciado por parte del Ayuntamiento es a disfrutar de tres jornadas de fiesta que, en esta ocasión, han querido homenajear a lo mejor de nosotros mismos. Estas jornadas estuvieron dedicadas a los niños, el viernes 18 de junio; a los jóvenes, el sábado 19, y a las personas mayores el domingo 20, jornada de clausura que se reservó, además, para la entrega de los premios del deporte”, ha resumido el alcalde, Cristóbal Rodríguez.
“Creo que han sido unos días en los que desde el Ayuntamiento hemos intentando poner en valor el espíritu castillero, al tiempo que han servido para intentar levantar el ánimo de todos nosotros después de los tiempos tan difíciles que hemos tenido que vivir. Estas jornadas han permitido, una vez más, poner de relieve los valores no solo de nuestro Nacimiento del Río San Juan sino de otros atractivos con los que cuenta nuestro municipio, y que merecen ser conocidos y visitados”, ha valorado el primer edil.
La jornada del domingo 20 de junio fue la más destacada en estas fiestas. La sesión vespertina no solo acogió la entrega de las Cerezas de Oro a los vecinos de mayor edad, sino que tuvo como acto central la I Gala de entrega de los premios deportivos de “Lo Nuestro”. Los galardones, en esta primera edición, han correspondido, en el apartado de mejor deportista, a Manolo Jiménez, en la modalidad de Kart; a Carmen Álvarez, en gimnasia rítmica; a Alberto Peinado, en pesca; y a la familia Castillo Rueda, formada por Alejandro, Ángela y Aarón, en karate. En el apartado de personas relacionadas con la formación de niños y niñas, han recibido el premio Antonio M. Rosales, entrenador del equipo cadete de fútbol; Manuel Calvo, entrenador del equipo benjamín y pre-benjamín de fútbol; Darío González, entrenador de la escuela de pádel; Eduardo Soler, entrenador de la escuela de ajedrez, así como el Club Montes de Karate. La intensa velada concluía con una excelente exhibición de karate, así como con la actuación del joven bailarín castillero Miguel Conde, en lo que ha supuesto su debut en la localidad.
El alcalde, Cristóbal Rodríguez Gallardo, han concluido adelantando que “durante este verano vamos a contar con numerosas actividades con el fin de que, tanto los castilleros que hay repartidos por todo el mundo como los visitantes que quieran acercarse hasta nuestro pueblo, puedan venir a Castillo como lo hicieron el año anterior, con todas las garantías de seguridad”.
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