Los líderes de la Unión Europea (UE) no consiguieron hoy acordar el formato del diálogo que quieren impulsar con Rusia en asuntos de interés, que por el momento no llegará al nivel de cumbres, mientras alertaron de la posibilidad de más sanciones si Moscú sigue retando a los europeos o sus vecinos.
"Ahora se trabajarán los formatos y las condiciones sobre las que se puede retomar el diálogo. Hoy no se ha podido acordar a qué nivel, si a nivel de jefes de Estado, pero lo importante es que se mantiene el formato de diálogo", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, al término de la primera jornada de cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión.
Los líderes mantuvieron un debate en profundidad sobre las relaciones con Rusia, muy perjudicadas desde 2014 por la implicación de Moscú en el conflicto separatista en el Este de Ucrania y la anexión de Crimea y Sebastopol.
En las conclusiones que aprobaron, tras varias horas de reunión, pidieron a Moscú una actitud “más constructiva” y “compromiso político”, así como que detenga las acciones contra la UE y sus Estados miembros y países terceros.
Por una parte, se declararon “abiertos” a implicarse selectivamente con Rusia en asuntos como el cambio climático, el acuerdo nuclear iraní o los conflictos en Siria y Libia. “El Consejo Europeo explorará formatos y condicionalidades de diálogo con Rusia”, recalcaron.
Pero por otra, mostraron firmeza para reforzar la resiliencia de la Unión y consideraron necesaria una “respuesta firme y coordinada por parte de la UE y sus estados miembros ante cualquier actividad maliciosa, ilegal y disruptiva por parte de Rusia, haciendo total uso de todos los instrumentos a disposición de la UE y garantizando coordinación con socios”.
Para ello, invitaron a la comisión y al alto representante a “presentar opciones sobre medidas restrictivas adicionales, incluyendo sanciones económicas”.
En paralelo, condenaron las recientes actividades cibernéticas maliciosas contra los Estados miembros, incluidos Irlanda y Polonia, y pidieron "estudiar las medidas adecuadas en el marco de la caja de herramientas de la ciberdiplomacia".
ESTRATEGIA DE DIÁLOGO Y CONTENCIÓN
Como contribución a la discusión, el alto representante comunitario para la Política Exterior, Josep Borrell, había remitido una propuesta a los líderes para intentar encauzar las relaciones con Moscú colaborando en temas de interés común pero, al mismo tiempo, tratando de mantener a raya el comportamiento desafiante de las autoridades rusas e incluso intentando que lo reviertan.
La estrategia de Borrell pretende complementar los cinco puntos que guían actualmente el comportamiento de la UE hacia Moscú.
Éstos son la total implementación de los acuerdos de paz de Minsk para Ucrania, estrechar relaciones con los vecinos del Este, reforzar la resiliencia de la UE, comprometerse selectivamente con Moscú en asuntos de interés comunitario y los contactos entre pueblos para apoyar a la sociedad civil rusa.
“La Unión Europea está comprometida con un enfoque europeo unido a largo plazo y estratégico basado en los cinco principios de guía”, recalcaron hoy los líderes.
PROPUESTA FRANCO-ALEMANA
En paralelo al documento de Borrell, Francia y Alemania hicieron una propuesta para retomar los contactos al más alto nivel con el Kremlin que fue acogida con división entre los Estados miembros.
La reunión cara a cara entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin, en Ginebra la semana pasada ha hecho reflexionar a líderes como Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron. Ambos pusieron el ejemplo del mandatario estadounidense a su llegada a la cumbre.
Para Macron, los Veintisiete "no pueden seguir razonando de una manera puramente reactiva" frente a Rusia, por lo que consideró que, a través de un "diálogo exigente”, se pueden "defender nuestros intereses como europeos" y garantizar "la estabilidad del continente".
Esta iniciativa conjunta, en cualquier caso, suscitó diferentes reacciones entre los países de la UE, ya que mientras que España era proclive a la implicación con Rusia en diferentes áreas y Austria apoyaba retomar el diálogo con Putin, otros Estados, como los bálticos, la criticaban.
"Todos coincidimos en que Rusia es una gran amenaza. Son más agresivos y me pregunto qué ha pasado ahora, de dónde viene esta propuesta", dijo la primera ministra estonia, Kaja Kallas, a su llegara a la cumbre.
En todo caso, las diferencias en las posiciones de los socios no permitieron concretar el tipo de contactos que se buscan con Moscú.
"Personalmente, me hubiera gustado ir un paso más allá, pero así también está bien y seguiremos trabajando" el formato, concluyó Merkel, que aseguró que "no ha sido una discusión fácil".
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