La liquidación de la deuda histórica mediante bienes y solares propiedad del Estado planeó ayer a lo largo de toda la sesión de control al Ejecutivo andaluz, aunque tuvo su punto más álgido -y no por eso de mayor dureza- entre el presidente de la Junta y el líder de los populares, Javier Arenas, quien llegó a pedir la dimisión de Griñán por aceptar el pago en especies “para devolverle el favor por nombrarle a dedo” para presidente tras la marcha de Manuel Chaves al Gobierno central.
Arenas, que hiló fina su intervención a partir de la desigualdad de oportunidades, le acusó de haber pasado de la estrategia de la confrontación a la “rendición con cuatro claúsulas”, la del silencio después de que el Gobierno no presentara su proyecto de Economía Sostenible en Andalucía en otoño; el “ninguneo” de las universidades con los programas de excelencia; aceptar el sistema de financiación; y su “entreguismo” con la deuda histórica, criticando que ni se haya consultado con los grupos ni debatido en el Parlamento la liquidación del contencioso.
Tras criticar que haya ejercido como “delegado del Gobierno de Zapatero”, le espetó que habían marginado tanto a IU como a PP “porque no querían testigos” y que no habían respetado “ni al Parlamento, ni a los grupos ni a la Ley”.
La anunció que iba a pedir una entrevista con el presidente del Gobierno -a la que “deberíamos ir juntos”, apuntó- para anular ese acuerdo, al igual que hizo Artur Mas con el Estatuto catalán, y consideró “solares devaluados” los incluidos en el listado. “¿A quién le van a vender la Isla de la Cartuja, dónde van a hacer las 3.700 viviendas que ya no son protegidas?”, le preguntaba.
Griñán atacaba dándole consejos sobre los documentos que tendría que llevar ante el juez para argumentar el recurso sobre el pago de la deuda histórica y mostrar quién había traicionado a Andalucía, aunque Arenas les daba la vuelta y se volvían en contra del presidente, demostrando cómo este contencioso ha servido para el ataque político de todos los partidos desde que en el 95 lo acuñara Juan Carlos Rejón (IU).
El presidente volvía a echarle en cara a Arenas que se dedicara a ofender, insultar y criticar en lugar de preguntar, de tener la “indecencia de aplicar la ley del embudo, algo que les puede servir para trepar pero no para fortalecer el respeto, el diálogo y la convivencia.
Tras hacer un repaso por las “reformas profundas” y sus alternativas que todavía desconoce, Griñán reflexionó y apuntó: “la única alternativa que sí conozco del PP es al pago en especie, que es la de no pagar”, pidiéndole que trajera al Parlamento “propuestas y temas que interesen”.
Además, sobre los partidos, le señaló que “lo que yo no haría sería pedir el sacrificio a mi partido de que me presentara por cuarta vez cuando ya he perdido tres elecciones anteriores”.
Preparados para presentar proyectos suficientes
El presidente andaluz aseguró ayer que la Junta está preparada para presentar “proyectos suficientes” para ser financiados con lo 20.000 millones que el Gobierno central destinará a la estrategia de competitividad y economía sostenible, cuestión que se abordará en la Conferencia de Presidentes que tendrá lugar el próximo lunes.
Griñán, que defendía de las acusaciones del portavoz de IU, Diego Valderas, de que no existe ni hoja de ruta, calendario o presupuestos de su programa Andalucía Sostenible, aseguró que la Junta está “preparada para presentar, en el momento que se abra la ventanilla” proyectos para que sean financiados con esos fondos.
Además, apuntó que las pautas avanzadas por la futura Ley de Economía Sostenible, están “en línea” tanto con los Presupuestos de la Junta para 2010 -que incluye parte de esos proyectos- como con el VII Acuerdo de Concertación Social a través de sus 351 medidas y que contarán con una financiación de casi 20.000 millones para los próximos cinco años.
Según Griñán, la Concertación es la “herramienta fundamental” para conseguir ese desarrollo sostenible que apuesta por los sectores productivos que son estratégicos, “los emergentes y los tradicionales”, además de impusar el uso sostenible de los recursos naturales.
Quiso poner énfasis en que en este acuerdo incluye un cambio sustancial en las políticas de subvenciones, al sustituirlas por “préstamos y ayudas reintegrables, que se nutren a sí mismos para ayudar al que ayuda” con un compromiso por la sostenibilidad, el incremento de la productividad mediante la inversión en I+D+i y el mantenimiento del empleo.
Valderas, por su parte, cuestionó que la Concertación sea la “panacea” después de que los cinco acuerdos anteriores hayan servido “para que estemos donde estamos” y le pidió que dedique, al menos, el 2% del PIB a la sostenibilidad para garantizar la puesta en marcha del anunciado proyecto de Andalucía Sostenible, al que le falta el calendario, la hoja de ruta y los recursos.
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