“Este país necesita, más que nunca, una sonrisa”, afirma un crítico tras ver ‘Anfitrión’, la comedia que protagonizan Pepón Nieto y Toni Acosta que podrá verse mañana viernes día 18 de junio (20.30 horas) en el Teatro Villamarta. El reparto lo completan Fele Martínez, Paco Tous, Dani Muriel y María Ordóñez, bajo la dirección de Juan Carlos Rubio, quien también es autor de una versión más actualizada de esta pieza teatral de Moliére.
Devolver la sonrisa al espectador, con el sano propósito de entretener, es una de las grandes virtudes de este ‘Anfitrión’ que mezcla la diversión, el humor y la ironía con grandes dosis de profundidad, como la relación hombre-mujer, los problemas y las virtudes del matrimonio, la fidelidad y hasta las servidumbres en las relaciones entre el señor y su sirviente.
En cualquier caso, la novedad que introduce Juan Carlos Rubio sobre el texto de Molière es el papel preponderante de la mujer -moderna, liberada, con autonomía- hasta situar el rol femenino casi al mismo nivel de los dioses.
Ambientada en los años 50, en una destartalada caravana circense, con unos titiriteros en decadencia, en esta comedida de enredos se producen una serie de suplantación de identidades. El Dios Júpiter (papel que interpreta Dani Muriel) y su hijo Mercurio (Paco Tous) se convierten en el general Anfitrión (Fele Martínez) y su criado Sosias (Pepón Nieto). Todo ello para que Júpiter pueda seducir a Alcmena, la mujer de Anfitrión (Toni Acosta).
“Hay varias capas de lectura en esta obra, lo que la hace más divertida”, aseguró Dani Muriel. En opinión de Toni Acosta, “toda la función es muy mágica”. Y es que las duplicidades de identidades provocan múltiples situaciones llenas de comicidad, al tiempo que plantea una reflexión sobre la imagen y otros temas de máxima actualidad, dado el protagonismo que hoy tienen las redes sociales.
Así las cosas, el espectador podrá comprobar que esta comedia no busca la carcajada constante, sino que crea el adecuado espacio para reflexionar sobre la autenticidad interior y los perjuicios de estar sometido a la imagen que se transmite. En ‘Anfitrión’ queda bien patente que el ‘postureo’ ya había estado presente muchos siglos antes, tal y como se aprecia en los protagonistas de esta comedia.
La puesta en escena, con un carromato varado donde se suceden los entresijos de la trama, es el epicentro de una escenografía diseñada por Curt Allen Wilmer, que se complementa a la perfección con la música original de Julio Awad.
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