u.d. Carboneras 1
Motril
Bacas, Igna, Darío Ruiz, Kike, Moisés, Ocaña, Wellington (Alexis, min. 66), Fran Bea, Manrique, Jonathan Rey (Valentín, min. 87) y Toro Delgado (Fran Maldonado, min. 74).
Carboneras
Campoy, Edu Fenoy, Durán, Javilín, Garrido, Ricardo Mora (Fioritti, min. 68), Armando, Miguel Ángel (Campanas, min. 53), Álex, Sedeño y Perico.
Arbitro:
Ayuso González (colegiado linarense). Asistido en las bandas por Palacios Lorite y Lorente Lorente .
Goles:
1-0 Fran Bea ( min. 30)
1-1 Edu Fenoy ( min. 44) 2-1 Jonathan Rey ( min. 56) 3-1 Jonathan Rey ( min. 58 ) 4-1 Jorge Manrique ( min. 85)
Incidencias:
Partido correspondiente a la decimoquinta jornada del grupo IX de tercera división, disputado en el Estadio Municipal Escribano Castilla ante unos 400 espectadores.
El Motril con la goleada contra el Carboneras (4-1)se afianza en la cabeza de la clasificación y comienza a distanciarse con sus inmediatos perseguidores: al Almería B le lleva ya 5 puntos , 7 a los otros dos equipos que completan las otras dos plazas de play off de ascenso el Vélez Málaga ely Ciudad de Vícar y 8 al Palo y al Atlético Malagueño.
Las distancias, si a estas alturas del campeonato, es aventurarse a calificarlas como definitivas si son, cuanto menos significativas.
Por su parte, el Carboneras deberá sufrir mucho por mantener la categoría ya que el boquete por abajo también se va incrementando y de esa lucha se alejan el Ejido B y el Alhaurino que dejan la zona de descenso a 10 puntos, el Loja sigue a 5 puntos y sólo el Baza con los mismos puntos que los carboneros 8 parece ser el único enemigo a batir, sin descuidarse, ya que por detrás de ellos están el Arenas y el Vera con 6.
En cuanto al partido ‘de la premier’por lo atípico del horario (16:30) y por la tromba de agua que cayó durante casi todo el encuentro que hizo desplegar a los jugadores un juego más vertical propio de las Islas Británicas, no tuvo mucha historia lo que duró la voluntad de los jugadores almerienses de dar la sorpresa y llevarse un resultado positivo, rota a la media hora con un lanzamiento de falta directa de Fran Bea, que pilló a Campoy 2 metros adelantado y significó el 1-0 para los locales.
Cuando ya se rozaba el descanso un balón largo de Sedeña a Ricardo Mora sorprendió adelantada a la defensa blanquiazul y Bacas arrolló al delantero visitante, penalty clarísimo que podría haberse sancionado incluso con tarjeta roja, el arbitro perdonó la expulsión al mostrar sólo la amarilla y Edu Fenoy convirtió en el empate a uno.
Ya en la segunda mitad, la calidad de Jonathan Rey desequilibró el encuentro con dos tantos casi calcados en los que el delantero gijonés libre de marca remató desde los doce metros dos centros desde la banda izquierda el primero en el minuto 56 centrado por Darío Ruiz y el segundo en el minto 58 por ‘Toro’ Delgado en los que el guardameta Campoy no pudo hacer nada.
Con el 3-1 y pese a disponer de media hora por delante, el Carboneras se rindió ante la superioridad de los motrileños y así se fueron sucediendo los minutos con un terreno de juego pesado y encharchado por la incesante lluvia que acompañó a los jugadores durante toda la segunda parte y que lucharon por mantenerse en pie y dar dos pases seguidos.
Ya en el minuto 85, Igna ganó la línea de fondo y en el banderín de corner dribló a su marcador Armardo y centró al área, donde en esta ocasión Jorge Manrique, libre de marca, una vez más, logró rematar y subir al marcador el definitivo 4-1.
Resiembra del césped
La semana pasada comenzaron las labores de aireado, escalificado y resiembra del cesped, que como ya viene siendo habitual se realizan en este período antes de que entre el frío del invierno y aprovechando el parón de Navidad para que en Enero esté en perfecto estado.
“Se hizo en ese mes para aprovechar el clima antes de que entrara el frío del invierno, y también la navidad para que enero estuviera en perfecto estado, como sigue estado actualmente”.
recupera la segunda plaza pasado domingo a Santa Marí La historia del partido la escribió el Motril a su antojo y libre elección, para total infortunio de un Carboneras que hizo lo que pudo. Y es que el cuadro blanquiazul apretó cuando quiso, contemporizó cuando así lo entendió y apretó el acelerador cuando le hizo falta para sentenciar y ganar el encuentro.
En un principio el partido era de los considerados como trampa. Terreno de juego en pésimas condiciones que conforme avanzaban los minutos se iba volviendo demasiado espeso, fruto de la lluvia que no cesó de caer durante todo el envite, lo cual hizo que las fuerzas se fueran igualando aunque la mayor pegada y calidad de los motrileños resultó determinante.
Durante la primera media hora hubo control del Motril aunque sin ocasiones claras, tan sólo una llegada de Toro Delgado y un tiro desde lejos de Ocaña fue el fruto del dominio motrileño. Fue justo a la media hora de juego cuando se abrió la lata. Una falta directa lanzada por Fran Bea se convirtió en el primer tanto del encuentro tras la inestimable ayuda del portero visitante Campoy.
Cuando todo apuntaba al final del primer período, en el 44 de juego, un balón largo del visitante Sedeño sobre Ricardo Mora se convirtió en penalti del portero Bacas sobre el interior izquierdo almeriense. La pena máxima
Durante la primera media hora hubo control del Motril aunque sin ocasiones claras, tan sólo una llegada de Toro Delgado y un tiro desde lejos de Ocaña fue el fruto del dominio motrileño. Fue justo a la media hora de juego cuando se abrió la lata. Una falta directa lanzada por Fran Bea se convirtió en el primer tanto del encuentro tras la inestimable ayuda del portero visitante Campoy.
Cuando todo apuntaba al final del primer período, en el 44 de juego, un balón largo del visitante Sedeño sobre Ricardo Mora se convirtió en penalti del portero Bacas sobre el interior izquierdo almeriense. La pena máxima fue transformada por Fenoy y de esta forma puso el empate a uno con el que ambos se marcharon a los vestuarios.
Jonathan Rey
En la reanudación el Motril salió herido. Ajustó líneas, intensificó su presión y las ocasiones se sucedieron una tras otra a pesar de que el piso cada vez se encontraba en peores condiciones. Tuvo que ser la calidad de Jonathan Rey, en los minutos 56 y 58, la que bastó para declinar el encuentro para los locales. Dos goles, el primero a servicio de Darío y el segundo a pase de la muerte de Delgado, de un jugador como el gijonés de categoría superior al que cuando le sale la tarde no hay quien le pare.
Una vez el Motril puso tierra de por medio de nuevo prefirió contemporizar ante un rival como el Carboneras que terminó bajando los brazos ante la notable superioridad del conjunto motrileño. Los minutos avanzaban, las ocasiones de gol para los locales también, aunque la sentencia llegó en el minuto 85 siendo Manrique el que picó de cabeza ante la pasividad rival.
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