Vox ha pedido este viernes que tanto el Gobierno central como los autonómicos dejen de "poner complicaciones" a sectores como el del ocio nocturno, porque todos los puestos de trabajo resultan "imprescindibles" en la medida en que contribuyen a la economía nacional.
El portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, que ha visitado un laboratorio en Granada junto a la secretaria general del grupo parlamentario de Vox, Macarena Olona, ha recordado que el ocio nocturno es una parte importante del sector turístico, que contribuye al 13 % del PIB.
En este sentido, ha considerado "absolutamente esencial" que, tomando las medidas de seguridad pertinentes, se sea capaz de permitir que "sobreviva" este sector, al igual que el de los espectáculos, la cultura, la hostelería y la restauración.
Por ello, ha apostado por que pueda recibir ayudas y por que se le deje de "poner complicaciones y barreras".
En la misma línea, Olona ha denunciado la actitud de los gobiernos de España y los autonómicos por no haber dado "ni un solo euro" de ayuda pública desde marzo de 2020 a aquellos a los que se les ha prohibido trabajar.
Preguntada por la petición de indulto solicitada por Juana Rivas para evitar su entrada en prisión por sustracción de menores, ha dicho que la "absoluta injerencia" del Gobierno se ve en otro caso como el de Rocío Carrasco y Antonio David Flores.
Ha acusado a políticos como la portavoz del grupo socialista, Adriana Lastra, o la ministra de Igualdad, Irene Montero, de haber vulnerado la presunción de inocencia de Flores "poniéndose por encima de una justicia" que ya investigó unos hechos denunciados por Carrasco.
"Ahora estamos viendo en la televisión unos juicios paralelos que pasan por hacer culpable y criminalizar a un español que tiene garantizada su presunción de inocencia (...) Es lo mismo que ocurrió cuando se hablaba sobre este caso (el de Juana Rivas) que luego posteriormente la justicia ha dictaminado que evidentemente es culpable", ha dicho.
Olona también ha criticado a quienes han puesto en marcha la que considera "toda una red clientelar de chiringuitos" que necesitan un "discurso del odio" y de separación entre sexos para tener una justificación ideológica "que les permita vivir de lo público".
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