De la crisis sanitaria a la crisis social. La pandemia de la COVID-19 ha provocado un aumento del 51% en el número de familias atendidas por Cáritas y el 40% de ellas ha recurrido a dicha institución benéfica por primera vez.
Este jueves se presentó el informe anual con los datos del último año, así como la campaña institucional ‘Tiende tu mano y enrédate’, presentación a cargo de Francisco J. Sánchez, director de Cáritas Diocesana de Málaga, y del delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Málaga, Antonio Collado, respectivamente.
Se rompe el descenso
De los datos presentados se extrae que la pandemia ha roto la tendencia al descenso que se venía sucediendo desde el año 2017 en el número de familias atendidas por Cáritas. En 2020 se asistió a 13.387 personas y 41.312 personas se beneficiaron de las ayudas de la acción de Cáritas Diocesana de Málaga, a través de los servicios de acogida y acompañamiento de las Cáritas Parroquiales y los Servicios Generales.
Además, en los meses de confinamiento estricto se duplicaron las atenciones. La capital y algunos municipios costeros fueron las zonas más afectadas en este periodo. Una vez superada esta primera etapa, desde el mes de mayo, en las Cáritas Parroquiales la situación se fue normalizando, sin producirse aumentos significativos.
En este contexto, tan solo el 5,6% de las personas atendidas ha logrado mejorar su situación; el 23,6% de las personas llevan acudiendo a Cáritas más de tres años y un 40% ha recurrido a esta institución por primera vez, muchas de ellas, con trabajos normalizados que no recibieron a tiempo las ayudas al desempleo.
Respecto al sexo, continúan siendo las mujeres quienes mayoritariamente acuden a Cáritas en busca de ayuda. Así, en un 73 por ciento de los casos, son ellas las que toman las riendas de la situación. Además, el 51,4% de los demandantes son de nacionalidad española.
En cuanto a los principales problemas detectados, han aludido a la dificultad de acceso a las necesidades básicas (90%); falta de empleo, paro de larga duración, inestabilidad precariedad laboral (82%); escasa protección social, sin prestaciones sociales o con prestaciones insuficientes (69%); y falta de formación académica y profesional (62,8%). También están la dificultad de acceso a una vivienda digna (62%) y red de apoyo familiar o social insuficiente (54,9%).
Por otro lado, las principales ayudas han sido para alimentación, ya que suponen el 58,2% en relación con el total de personas atendidas; seguido de orientación para la solicitud online de prestaciones y ayudas públicas (37,2%); ropa y calzado (26,8%); suministros (21,8%), salud (15,2%) y vivienda (13,5%).
Asimismo, han detallado que el total de recursos aplicados en acogida y atención directa son 3.194.411 euros, es decir, el 38,25% del total.
De igual modo, ambos han incidido en que la pandemia ha desvelado la “fragilidad” como sociedad, para responder con suficientes recursos y medios de protección social. Además, Cáritas ve con preocupación “la cronificación e incorporación de nuevas familias a la pobreza”.
No hay que olvidar que en los centros sociosanitarios y en los programas y proyectos se atendió a 6.795 personas,entre los que están niños y jóvenes, mujeres, familias, inmigrantes, mayores, enfermos de sida, reclusos y sin hogar. Asimismo, en las casas de acogida de la provincia ayudaron a 28 mujeres y niños, siendo una alternativa para aquellas mujeres en riesgo de exclusión que se encuentren solas con sus hijos.
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