La proliferación de mosquitos en el entorno del río Genil ha pasado a convertirse de una anécdota a un serio problema para los vecinos de las zonas aledañas, algo que se está acentuando con mayor virulencia en las aldeas, especialmente en las de Sotogordo, Cordobilla y El Palomar, donde los vecinos ya no saben qué hacer para evitar la constante presencia masiva de insectos y, lo que es peor, las molestas picaduras que les dejan como tarjeta de visita.
Hace unos días, técnicos municipales procedieron a realizar una intervención en la aldea de Cordobilla contra las larvas, pero lo cierto que el problema sigue agravándose y por este motivo, las alcaldesas pedáneas de Cordobilla, MªÁngeles Cabeza; de El Palomar, Soledad Cosano; y de Sotogordo, Rosa Pérez, convocaron una rueda de prensa el pasado miércoles para llamar la atención sobre una situación que ellas mismas calificaron de desesperante por la impotencia que supone para todos los residentes.
“Hemos registrado un escrito en el que trasladamos a la Corporación Municipal el problema que venimos sufriendo desde hace cinco años en las zonas cercanas al embalse de Cordobilla y los núcleos de población más próximos”, dijo Rosa Pérez, quien señaló que las picaduras que sufren los vecinos son “dañinas” y de “gran envergadura” y en muchos casos han necesitado de atención sanitaria en el Hospital de Alta Resolución. “La proliferación de mosquitos es constante en determinadas franjas horarias, como las de la tarde-noche o a primeras horas de la mañana, lo que dificulta salir a dar un paseo con niños y mayores, nos sentimos completamente impotentes y pedimos al Ayuntamiento y a las autoridades competentes que den una solución al problema”, afirmó.
Por su parte, Marí Ángeles Cabeza dijo que el Ayuntamiento ha remitido copia de los escritos enviados a la Junta acerca de este tema, “pero no parece claro quién tiene la competencia, ya que se nos dijo que la Junta daba permiso para que el Ayuntamiento actuara”. “El caso es que hemos decidido unirnos las aldeas afectadas, porque esta situación se está prolongando en el tiempo, la plaga de mosquitos cada vez es más constante y abarca más superficie y hay que actuar, por eso rogamos que los representantes políticos se unan, que nos escuchen y que todas las administraciones actúen conjuntamente”. Más de medio centenar de vecinos de Cordobilla, El Palomar y Sotogordo secundaron la rueda de prensa de sus representantes y mostraron algunas de las picaduras que han sufrido en estos últimos días. “No sabemos de qué tipo de mosquitos estamos hablando, ni tampoco sabemos de los riesgos, pero las heridas y ampollas son de gravedad y de curas diarias, y por eso no se puede consentir que tengamos que sufrir esta situación por mucho más tiempo”, coincidieron en señalar las alcaldesas pedáneas.
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