Los hosteleros de Sevilla se han mostrado "indignados" ante los "desmadres" producidos en varios puntos de la ciudad durante el primer fin de semana del fin del estado de alarma, tras ocho meses con el toque de queda instaurado.
En un comunicado, la hostelería lamenta las numerosas concentraciones de jóvenes que ha habido en puntos como la Alameda, el Paseo de Colón o la zona del Arenal, donde se han realizado botellones y reuniones en
grupos sin distancia de seguridad y sin mascarillas.
Según el presidente de la patronal, Antonio Luque,"nos parece lamentable que haya tanta gente tan imprudente a estas alturas. Se ha acabado el estado de alarma, pero no la pandemia; por lo que rogamos a la ciudadanía y a nuestra clientela que respete este marco de desescalada porque para esto se han dictado unas normas, para volver a la normalidad poco a poco".
"Del mismo modo se lo hemos pedido a la hostelería y ha respondido este fin de semana". En ese sentido, la asociación reclama a la Junta de Andalucía el endurecimiento de la sanción que se impone por la práctica ilegal del botellón.
La normativa establecida para la hostelería contempla que la restauración cierre a medianoche y los bares de copas a las 2,00 de la madrugada. "Un hecho que no ha impedido a numerosos sevillanos reunirse en domicilios este fin de semana tras esa hora". Así, Luque ha apelado una vez más a la responsabilidad. "Sabíamos que las fiestas privadas se iban a producir, por lo que rogamos máxima sensatez y cordura".
"El virus sigue entre nosotros, los hospitales siguen recibiendo nuevos pacientes en la UCI, y si volvemos hacia atrás en cuanto a contagios, la hostelería será la primera en pagar las consecuencias. Todos tenemos que hacer de esta desescalada un camino de no retorno y remar juntos hacia la misma dirección", ha concluido.
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