El Gobierno local logró sacar adelante en el Pleno ordinario de abril dos importantes iniciativas de carácter económico que van a permitir ganar liquidez en los próximos años y la ejecución de varias inversiones de calado gracias a una serie de modificaciones presupuestarias que aprovechan remanentes no ejecutados desde 2003.
En ambos casos contó con el respaldo de Ciudadanos, que de algún modo empieza a posicionarse como aliado del Ejecutivo socialista de cara a lo que resta de mandato.
La operación de mayor envergadura era la ya anunciada este pasado martes, consistente en pasar al fondo de ordenación la totalidad de la deuda acumulada con Hacienda y Seguridad Social en el periodo comprendido entre 1990 y 2014, cuyo montante se eleva a 94 millones de euros.
La operación se realiza en condiciones muy ventajosas para el Ayuntamiento, ya que se establece un periodo de amortización de diez años, con los dos primeros de carencia, y el interés rondará además el 0%.
Esta iniciativa contó con el respaldo de Ciudadanos, Ganemos y el concejal de IU Raúl Ruiz-Berdejo, integrado en la coalición Adelante Jerez.
Los otros dos ediles de este grupo municipal se abstuvieron, mientras que el PP votó en contra argumentando que las medidas de ajuste que traerá aparejada la operación impedirá que se bonifiquen determinadas tasas e impuestos municipales, lo que derivará en un incremento de la presión fiscal.
Este extremo fue negado expresamente por la teniente de alcaldesa de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, Laura Álvarez, que entre otras cosas recordó que el fraccionamiento en el pago de esa deuda ha supuesto en estos últimos años un pago de intereses de algo más de 78 millones de euros, un dinero que si se hubiera destinado al pago a proveedores habría acabado con la deuda comercial del Ayuntamiento.
El portavoz de Ciudadanos, Manuel Méndez, consideró que respaldar este tipo de iniciativas implica “darle una oportunidad no al Gobierno, sino a los jerezanos”.
Ruiz-Berdejo, de IU, entiende que las condiciones del crédito “son favorables” si bien consideró necesario “atajar de raíz” el problema “estructural” que sufre el Ayuntamiento desde el punto de vista económico.
Kika González, de Ganemos, admitió por su parte que esta operación no es más que “una patada hacia adelante” a ese problema y coincidió con Ruiz-Berdejo en la necesidad de adoptar medidas para los ayuntamientos que se padecen situaciones realmente “insostenibles”.
Por último, Ángel Cardiel, de Adelante Jerez, justificó su abstención en los números del plan de ajuste, que a su juicio “son irrealizables”.
Vía libre a las modificaciones presupuestarias
Los votos favorables de PP y Ciudadanos permitieron que el Gobierno local sacara adelante las modificaciones presupuestarias que fueron rechadas en el Pleno del pasado mes de febrero, lo que generó no pocas críticas del resto de formaciones políticas.
Laura Álvarez incidió en la importancia de las actuaciones que van a acometerse gracias a estas modificaciones, que aprovechan remanentes de crédito que se habían venido acumulando desde 2003.
Esos fondos van a permitir que se destine más de un millón de euros a la ejecución de diversas actuaciones en las barriadas de Las Torres y La Granja.
Además, el Gobierno local contempla la licitación de las obras pendientes de ejecutar en la nueva Jefatura de la Policía Local -lo que permitirá su puesta en funcionamiento- o la concesión de ayudas a través del denominado Covid social.
El portavoz del PP, Antonio Saldaña, justificó el cambio en el sentido del voto de esta formación en el hecho de que “esta vez nos han llamado y se han ofrecido a explicar las modificaciones”, algo que en febrero no ocurrió.
Manuel Méndez, de Ciudadanos, observó un “ataque de celos” en grupos como Adelante Jerez o Ganemos Jerez, que entre otras cosas hablaron de un “cambio en la política de alianzas” del Gobierno, que según Cardiel “se ha ido a la derecha”.
Ganemos e IU se abstuvieron, mientras que los otros dos ediles de Adelante votaron en contra.
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