La serie sísmica que afecta desde principios de diciembre de 2020 a Granada y su área metropolitana y que dejó varios terremotos de más de 4 grados de intensidad a finales del pasado mes de enero que alertaron a la población ha disminuido su actividad, si bien ello no significa que se pueda dar por concluida.
Así lo ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el catedrático de Física de la Tierra e investigador del Instituto Andaluz de Geofísica, Jesús Ibáñez, quien ha reconocido que, "en cuanto a la constatación numérica, es cierto que no hay sismicidad" o "es muy baja" con "dos o tres" sismos sin alta intensidad en un día o ninguno pero "geológicamente no ha transcurrido nada de tiempo" que permita sacar conclusiones.
En este sentido, no se puede pronosticar si se trata del final del enjambre sísmico o si por el contrario es una etapa de calma que puede ir seguida de nuevos seísmos más intensos. El experto ha mantenido que esta situación ya se ha repetido en otras ocasiones, como en la serie sísmica de 1979 que se prolongó durante varios meses en la Vega granadina, con "subidas y bajadas" en la sismicidad, y periodos sin apenas temblores.
"No se puede utilizar el periodo de tiempo" de los días o de los meses como se hace desde una perspectiva humana para explicar "la escala geológica", ha explicado Jesús Ibáñez, que ha denominado "regalo de la naturaleza" lo que transcurra sin terremotos para avanzar en las "medidas" de prevención que dirigentes políticos y ciudadanos dijeron que tomarían a finales de enero.
Ibáñez se ha preguntado "cuántas han hecho realmente" de las medidas que los responsables públicos dijeron que harían, y si los vecinos procedieron a la "revisión" de sus casas o a "atornillar los muebles a la pared", y ha insistido en la necesidad de reforzar los protocolos, partiendo de la base de que un terremoto grande no tiene por qué ir acompañado de otros menores sino que puede aparecer "de la nada".
El pasado 26 de marzo, fecha del último informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN) sobre esta serie sísmica, había contabilizados en ella un total de 2.461 terremotos, de los cuales 31 son de magnitud mayor o igual que 3,0 y 246 han sido sentidos por la población.
La serie comenzaba el 2 de diciembre, cuando la Red Sísmica Nacional registró un terremoto de magnitud 3,6 e intensidad máxima en Atarfe y Santa Fe, que fue ampliamente sentido en numerosas localidades cercanas al epicentro pero sin causar ningún daño. Sí dejaron afecciones en viviendas y monumentos los registrados a finales del mes de enero, como las que obligaron a mantener cerrada hasta hace unos días, por tareas de mantenimiento y refuerzo de la seguridad, la Cuesta de los Chinos de Granada.
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