Jerez

Eduardo Millán:“Intenté reflejar esa luz de Jerez en verano, que se palpase el calor”

Hablamos con el pintor jerezano de sus inicios y su trayectoria tras ganar el Premio de Pintura del Parlamento de La Rioja con 'Plaza de la Asunción.Verano'

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Eduardo Millán pintando su obra premiada en su estudio de la Plaza de la Asunción. -
  • 18 premios nacionales y siete internacionales y 70 exposiciones colectivas, junto con becas asociadas a su labor, avalan su obra a sus 41 años

Además de perfeccionista y metódico, el pintor jerezano Eduardo Millán Sañudo (Jerez, 1979) es profundamente generoso con su trabajo y en alguna ocasión comparte en redes sociales los avances de su obra, como ocurrió con 'Plaza de la Asunción. Verano', donde asoman las vistas desde su estudio. Ya entonces muchos avisaban de que ese cuadro iba a darle muchas alegrías. Y así ha sido.

Viví con mucha emoción que Antonio López empezase a describir mi obra con tanto cariño"

¿Cómo fue el momento en el que te llaman para decirte que has ganado el XII Certamen Nacional de Pintura Parlamento de Rioja?

–Fue todo muy emotivo. El día antes de que se anunciase el fallo del jurado, Antonio López participó en una conferencia junto con Javier Garrido. Y cuál fue mi sorpresa cuando en esa ponencia comenzó a describir mi obra con mucho cariño. Lo viví con mucha emoción. En ese momento supuse que estaba entre las premiadas, algo que se confirmó al día siguiente cuando se anunció el fallo del certamen.

En esa descripción a tu cuadro a la que hacías alusión, el maestro Antonio López reivindica la poca cabida que tienen obras que trabajan desde lo real en el mundo del arte

Por desgracia la pintura figurativa que trabaja a partir de la realidad no está representada en los canales artísticos más importantes. Es triste, pero es así. Considero que hay artistas que están trabajando con rigor y honestidad y merecen mayor visibilidad. Creo en un arte contemporáneo de calidad y ecléctico.

El jurado elogia la “enorme maestría” con la que resuelves la captación de la luz entre el interior y el exterior del estudio. ¿Cómo fue ese proceso?

–Esta obra fue la primera que pinté cuando me trasladé al estudio de Plaza de la Asunción. La familia Hinojosa, a quien agradezco todo su apoyo, me ofreció la posibilidad de trabajar en esa finca. Cuando me asomé por primera vez a ese balcón, me impresionó muchísimo. Había paseado por esa plaza cientos de veces, pero nunca la sentí tan cautivadora como desde ese emplazamiento. A los pocos días comencé, era mayo y sabía que podría trabajar durante todo el verano sin que la variación lumínica fuera muy importante. Decidí que apareciese parte del interior de la habitación. No me situé totalmente perpendicular al balcón, para que mi vista abarcara la Calle Consistorio aportando mayor profundidad a la escena. Elegí el mediodía, para que el sol estuviese bastante alto y me permitiese trabajar más tiempo. Intenté reflejar esa luz de Jerez en verano, una luz muy árida y peculiar. Quería que se palpase ese calor.

¿Qué es lo que más destacarías del cuadro?

–Quizás la relación lumínica entre el ámbito privado del interior del estudio y el exterior. Me resultó muy complejo.

¿En quién te acuerdas cuando reconocen tu pintura a nivel nacional?

–En mi familia sobre todo; ellos saben lo apasionante y a la vez complejo de mi profesión.

¿Cómo empezó todo antes de visualizarte estudiando Bellas Artes en Sevilla?

–Siempre me atrajo el mundo del arte, desde muy pequeño. Recuerdo tener mi habitación repleta de láminas de obras maestras de  un coleccionable que emitió El Mundo en su suplemento cultural de los domingos. Bajaba muy ilusionado a la papelería a ver cuál tocaba. Con 13 años comencé a dar clases con Fermín García Villaescusa. Fue una época fantástica. Las ilusiones intactas y muchas ganas de aprender.

El mundo del arte es tan complejo como sacrificado e inestable, ¿pensaste alguna vez en tirar la toalla?

–No, nunca. Sé que sería una persona incompleta, necesito pintar casi a diario. Hay momentos muy duros, en los que te sientes un inútil, piensas que no vales para esto y te vas para casa con ganas de tirarlo todo por la borda. Pero pronto te vuelves a reconciliar con la pintura. De cualquier modo, disfruto mucho más del trabajo de otros artistas que del mío propio. El sacrificio compensa, especialmente en la faceta emocional, a nivel retributivo no tanto, pero quien elige trabajar con honestidad no piensa mucho en eso; al menos yo no lo hago.

Cuentas con 18 premios nacionales, 7 internacionales, además de becas asociadas a tu labor artística y 70 exposiciones colectivas. ¿Hay alguno de estos galardones que te haga especial ilusión?

–Quizás el primero y los dos últimos, la Bienal de Albacete y este del Parlamento de La Rioja. El primero te anima a continuar y a confiar un poco más en ti, a sabiendas de que sólo estás comenzando. Y estos últimos, por su proximidad en el tiempo, son un estímulo. Te hacen ver que hay gente que respeta lo que haces.

Esa luz de tu obra estará en el primer Museo del Realismo Español de Almería. ¿Cómo va el proyecto?

–No estoy muy al tanto de la situación actual. Conociendo a Andrés García Ibáñez, creo que saldrá adelante. Está logrando algo muy especial para el pueblo almeriense. Él y su equipo, claro. Olula Del Río tiene una población de algo más de cinco mil habitantes y su oferta cultural es infinitamente superior a la de muchas ciudades como la nuestra.

¿Cómo valoras la situación de la cultura en Jerez y esta provincia?¿Os sentís respaldados los artistas?

–La situación no es la mejor, para qué vamos a engañarnos. Hay una generación con mucho talento. Pero claro, creo que cuando se habla de cultura en Jerez, no se piensa mucho en artes plásticas. Al menos a priori. Una pena porque la cultura es indispensable y hay que educar a nuestros hijos en torno a ella. En la provincia son muy pocas las personas que se esfuerzan porque esta situación cambie. También he de decir que actualmente se está realizando un esfuerzo notable por reflotar la sala Pescadería Vieja, con una propuesta expositiva mucho más cuidada en los últimos años, gracias a la labor de Bernardo Palomo, en gran medida. Esperemos que se le dé continuidad y que vengan nuevas iniciativas. De todas formas, no creo que la labor del artista sea la de reclamar nada. Mis esfuerzos deben ir dirigidos a mi pintura, a crecer en ese sentido, todo lo externo no es mi competencia y no creo que lo pueda cambiar.

¿En qué estás trabajando ahora?

–Estoy trabajando en dos obras a la vez: ultimando un paisaje urbano de Jerez y un autorretrato.

¿Qué vas a hacer cuando cuelgues el teléfono?

–Un café y a pintar...

 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN