Brasil sigue encontrando problemas para acelerar el proceso de vacunación contra la covid-19, mientras el país se mantiene en niveles récords de víctimas por la pandemia y aumenta el temor internacional por la expansión de la variante brasileña del virus.
El Gobierno francés se sumó este martes a la lista de países que han suspendido los vuelos procedentes de Brasil para intentar evitar la proliferación de la llamada P.1, identificada por primera vez en el estado de Amazonas, mutación hasta tres veces más transmisible que sus antecesoras.
"La situación en Brasil es absolutamente dramática y la peligrosidad de la variante en cuestión nos plantea dificultades reales", advirtió hoy el primer ministro galo, Jean Castex, en un debate en la Asamblea Nacional sobre medidas de control sanitario.
El descontrol de la pandemia en Brasil ha llevado a los científicos a advertir sobre la posibilidad de que el país se convierta en un granero mundial de nuevas mutaciones.
Con 13,5 millones de casos de covid-19 y cerca de 355.000 muertes, Brasil tiene un promedio de 3.124 fallecidos diarios durante la última semana, nuevo récord desde la irrupción del SARS-CoV-2, y una media de 72.000 contagios.
La explosión de infecciones, que diversos científicos atribuyen a la expansión de la P.1 en Brasil, entre otros aspectos, ha puesto contra las cuerdas al sistema sanitario del país, que se encuentra en colapso o al borde de él en diferentes regiones del país.
A pesar del galopante avance de la covid-19 y la complicación de los hospitales, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha insistido en mantener las críticas al confinamiento e instado a la población a recuperar la normalidad para mantener la economía a flote.
La víspera, uno de los hijos de Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro, reforzó el discurso del mandatario y afirmó en un mensaje en Twitter que el "lockdown (confinamiento) es lo opuesto al distanciamiento social" porque "las personas son condenadas a quedar confinadas en casa, aumentando la proliferación del virus".
No obstante, Twitter colocó horas después un aviso que alertaba sobre la "publicación de información engañosa y potencialmente perjudicial relacionada con la covid-19".
BRASIL SIGUE A LA ESPERA DE VACUNAS
Al agravamiento de la pandemia se une el lento proceso de vacunación, en medio de quejas de las autoridades locales por el retraso en la entrega de dosis disponibles.
El Instituto Butantan, uno de los dos centros encargados de envasar vacunas en el país, mantiene parada la producción local de la china Coronavac debido a la falta de materia prima disponible para finalizar los antídotos.
El Butantan, vinculado a la gobernación de Sao Paulo y que entrega las vacunas al Ministerio de Salud, tiene previsto recibir el IFA (Insumo Farmacéutico Activo) procedente del país asiático el próximo 20 de abril.
Mientras tanto, la campaña de vacunación que empezó el pasado 17 de enero en Brasil sigue a medio gas. Hasta la víspera, cerca de 24 millones de personas habían recibido la primera dosis (el 11,26 % de una población de 212 millones de habitantes) y tan solo unos 7 millones ya contaban con el refuerzo (3,5 %), según datos oficiales.
No obstante, el Ministerio de Salud informó hoy de que al menos 1,5 millones de brasileños no tomaron la segunda dosis de la vacuna anticovid dentro del plazo estipulado.
La autoridad sanitaria hizo un llamamiento para que se complete el calendario de inmunización, ya que una sola dosis no proporciona suficiente protección contra la enfermedad.
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