El personal de la Escuela Infantil Santa Catalina de la capital ha salido a la calle para mostrar su “profundo rechazo” a la decisión tomada por la Delegación Territorial de Educación de Jaén, de cerrar la escuela, con una concentración ante la Subdelegación del Gobierno.
“El pasado día 23 de marzo nos comunicaron a través de una llamada telefónica el cierre inminente de nuestro centro, sin previo aviso ni negociación con los trabajadores”, explican en un comunicado.
Dos días más tarde, los reunió en el centro el servicio de Recursos Humanos y les comunicaron los motivos de la decisión, estos son, la “optimización de recursos”, ofreciendo al personal la reubicación en los distintos centros educativos de la ciudad. “Queremos mostrar nuestro malestar, ya que la escuela cuenta con más de cincuenta años de impecable funcionamiento, al servicio de las familias”, recordaron.
Advirtieron que su trabajo es “un eslabón muy importante en la cadena educativa, pues no solo ofrece asistencia y educación a los menores, sino que trabaja también, educando a las familias”.
El centro está situado en una zona reconocida como zona de transformación social, donde los recursos son “bastantes escasos” y las personas que residen, “especialmente sensibles”. Explican: “Contamos con profesionales de la sanidad y servicios sociales, que, junto con el personal educativo del centro, ofrecen atención individualizada y un trabajo coordinado, con el objetivo de mejorar el desarrollo de los menores, con programas de prevención, de salud bucodental, de alimentación saludable y también para las familias, con jornadas para la no violencia, educación en valores, etc.”
Desde hace más de un año y medio reclaman a la Administración la cobertura de la plaza de Dirección, de vacantes y sustituciones, que afecta “al normal desarrollo del centro y cargan de trabajo a los profesionales que trabajan en el centro”.
Aseguran que han sido numerosos los escritos de los trabajadores a la Inspección Educativa, reclamando la “necesidad urgente de una persona, en el puesto de Dirección, no habiendo sido atendida esa necesidad, y optando por una sustitución transitoria, dando lugar a una pésima gestión y organización del centro”.
Por todo ello, rechazan el cierre de la Escuela Infantil Santa Catalina y piden la rectificación de la Administración, para que el centro pueda seguir atendiendo a las familias, con un servicio de calidad. Defienden así la “educación pública y la igualdad de oportunidades”.
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