La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a seis años, cinco meses y un día de cárcel por tratar de matar con una escopeta a su mujer después de décadas de maltrato físico y psíquico que ella nunca denunció por vergüenza, temor y por proteger a sus hijos.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, lo considera responsable de un delito de asesinato en tentativa, por el que le impone cinco años y seis meses de prisión y un delito de violencia física y psíquica habitual en el ámbito familiar, por el que suma nueve meses y un día y la privación del derecho de tenencia y porte de armas durante cinco años.
Después de salir de la cárcel estará diez años en libertad vigilada.
Se declara probado que el acusado inició una relación con su mujer cuando esta tenía 16 años estando marcada la relación desde el principio por la asimetría, ya que se hacía siempre lo que él quería, así como por el carácter posesivo, celoso, y controlador de él, al que le molestaba que saliese o trabajase fuera de casa.
Durante todo el matrimonio fueron frecuentes los insultos y las humillaciones, además de las amenazas de muerte, llegando, incluso, en ocasiones, a hacerlo exhibiendo una de las escopetas que tenía.
Esta violencia psíquica siempre vino unida de una violencia física en zonas no visibles del cuerpo, así como bofetadas, patadas y empujones, sin que ella nunca le denunciase por proteger a sus hijos, por vergüenza a que se supiese en el pueblo y por miedo.
Tras décadas de vivir esta situación, en marzo de 2019, de vuelta en el domicilio familiar tras haber estado en una fiesta organizada por los jefes de ella, el procesado empezó a recriminarle a su mujer su actitud durante la misma, iniciándose una discusión.
Terminada la discusión, ella se sentó en uno de los butacones del salón, llorando, cuando, de repente, el acusado, se presentó con una escopeta de caza y con la clara intención de acabar con su vida le apuntó y la amenazó con matarla y después matarse él.
La mujer, temiendo por su vida, logró coger el cañón del arma y esquivar el disparo que impactó en la butaca en la que segundos antes había estado sentada.
Posteriormente se inició un forcejeo en la que mujer recibió por parte del acusado múltiples golpes llegando a cogerla por el cuello y dejarla inconsciente.
A la mañana siguiente, el acusado se presentó en la cocina y le dijo que le diera un beso y, ante la negativa de ella, salió y volvió a entrar con una escopeta disparándose en la cara cuando su mujer accedió a mirarlo.
Por todo esto, además de la pena de cárcel, el juez prohíbe al acusado acercarse a menos de 500 metros de su mujer y a comunicarse por ella por un periodo de hasta quince años y seis meses; en concepto de responsabilidad civil debe indemnizarla en 70.630 euros.
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