Solo nueve profesionales taurinos se han beneficiado en Cádiz de las ayudas previstas en los reales decretos 32/2020 y 2/2021 para el acceso extraordinario a prestación contributiva para paliar los efectos de la crisis sanitaria. “Son insuficientes y llegan tarde”, lamenta Antonio Martínez, abogado de la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles (Unpbe), quien recuerda que el Gobierno negó al sector el acceso al subsidio ofrecido en el real decreto ley 17/2020 entre marzo y octubre. “De forma totalmente ar-bi-tra-ria”, silabea. “Por puro hostigamiento ideológico por parte del Ministerio de Trabajo”, añade.
Hubo reacción en plena desescalada, con movilizaciones como la que se celebró en Jerez, a principios de mayo, con la participación, entre otros, de los diestros Juan José Padilla y Víctor Janeiro. Y también decidieron acudir a los juzgados para defender sus legítimos intereses.
Los tribunales les han dado la razón. La asociación suma ya cuatro sentencias favorables entre Alicante y Madrid. En Andalucía, “el caos es tremendo y las vistas están fijadas para 2022 y 2023”. A Martínez no le cabe duda de que volverán a ganar, pero también lamenta que, para entonces, “de poca servirá” porque las dificultades que atraviesan los profesionales son terribles ya, en la actualidad. “Hay compañeros que no ingresan un solo euro desde octubre de 2019, cuando se puso fin a la temporada taurina”. Y, pese a que tenían derecho a acceder a la prestación extraordinaria como integrantes del colectivo de artistas en espectáculos públicos, tal y como recoge el real decreto 1435/1985, de 1 de agosto, vieron las puertas cerradas. “Algunos han tenido que solicitar el Ingreso Mínimo Vital (IMV)” como alternativa por capricho del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), asegura el abogado de Unpbe.
El sector también ha conseguido que la Seguridad Social no tenga en cuenta el mínimo de ocho festejos que exige cada año para mantener a los profesionales de alta en la Seguridad Social, conocido como laguna de cotización.
Este fin de semana hubo toros en Jaén y Morón y ambas corridas concitaron un inusitado interés y fueron televisadas por Movistar. Pero la temporada se presenta nuevamente incierta. “En Madrid, uno puede ir al cine, al teatro o a un concierto pero no puede ir a una plaza de toros, está prohibido”, advierte Martínez, quien considera que el problema no es solo el virus, sino también las prohibiciones injustificadas y discriminatorias.
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