Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha recreado por primera vez el puerto de Palos de la Frontera del que partió Colón en 1492 hacia América remontándose seis millones de años lo que ha permitido conocer la evolución de la ensenada hasta la actualidad.
De esta forma, han reproducido en una maqueta a escala cómo era la dársena en el momento de la partida de la expedición colombina y predicen futuras variaciones del terreno en esta área y otras con características geológicas similares, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.
Tras establecer la cronología de la ensenada, los expertos realizaron por primera vez en la dársena un análisis paleontológico, con la recreación del ambiente geológico de la zona.
Para ello estudiaron la composición química y procedencia de sedimentos, fósiles y vegetación, entre otras muestras, de esta forma consiguieron por un lado, recrear cómo era en 1492 el puerto de Palos de la Frontera y, por otro, descubrir que la deforestación y la sedimentación provocada por las arroyadas ocasionaron que la ensenada desde la que partió Colón tuviera unas condiciones muy pobres de navegación.
"Seguramente, durante esa época el puerto necesitó que se extrajera barro del canal de entrada del puerto constantemente para mantener la profundidad necesaria para que atracaran los barcos. En 1492 el agua que cubría la ensenada alcanzaba entre tres y cuatro metros. La Pinta y La Niña, por otro lado, tenían un calado sin carga de mercancía de casi dos metros", ha explicado el investigador de la UHU Francisco Ruiz.
En su estudio, los investigadores determinan qué factores influyeron en las alteraciones geológicas a través del análisis multidisciplinar de las propiedades químicas y geológicas (sedimentos o restos de fauna y flora) de los testigos.
Los expertos explican que hace seis millones de años, durante el Mioceno, el área de la Depresión del Guadalquivir era una zona de paso entre el Atlántico y el Mediterráneo; más adelante se cerró y se formó una amplia bahía, que ocupaba el sur de las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y la parte norte de Cádiz.
Posteriormente, durante el Pleistoceno, se produce otra gran dinámica fluvial que erosiona gran parte de los sedimentos marinos formados durante las épocas anteriores que posibilitan la configuración de ensenadas como la de Palos de la Frontera.
Durante el Mesolítico, con el último periodo glacial, esta formación geológica acumuló sedimentos, tierra y rocas a causa de las lluvias y, debido a las dinámicas fluviales, comenzó el proceso de deforestación que provocó la cobertura de sedimentos y vegetación en los márgenes del canal.
Desde entonces y hasta 1492 el nivel del agua de la ensenada desciende progresivamente hasta situarse en los 3 ó 4 metros de profundidad en la época colombina.
Posteriormente, debido a la acumulación de estos sedimentos y la consecuente dificultad para continuar su empleo como puerto, éste perdió actividad progresivamente hasta su abandono.
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