Triple golpe policial a los aluniceros de Madrid. Solo en este mes tres viejos conocidos de las fuerzas de seguridad han sido arrestados: el Troll, el Ruso y el Menasalvas, que, sin embargo, han quedado en libertad tras su enésimo paso por los juzgados.
Líderes de unas bandas que en la pandemia han tenido que darle una vuelta a su "modus operandi" porque, con casi un centenar de antecedentes entre los tres, en tiempos de covid no les ha quedado más remedio que "renovarse o morir".
Así, según señalan a Efe fuentes policiales, perpetran atracos "a la carta" con los que obtienen suculentos beneficios que les permiten permanecer escondidos e inoperativos por una temporada.
El toque de queda se ha convertido en un obstáculo para estas bandas, porque en una ciudad como Madrid, que ya "duerme" a las once de la noche, los pocos movimientos de coches no pasan desapercibidos para las fuerzas de seguridad.
Y si consiguen eludir el control policial y estampar los vehículos contra el escaparate de una tienda para apoderarse de artículos de valor, "sacar al mercado" el botín en tiempos de pandemia y de crisis económica tampoco es cosa fácil.
Ni siquiera tiene fácil introducir la mercancía fuera de España, porque las fuerzas de seguridad tienen localizadas las "rutas" y prácticamente controlados a los "colaboradores" de estas bandas, una de ellas la de Gregorio Rodríguez, alias Goyito, ya en prisión.
Este alunicero, de 28 años y con más de 60 detenciones, fue arrestado el pasado 4 de enero meses después de robar con violencia en una tienda de telefonía de Parla. Lo hizo en octubre, precisamente cuando disfrutaba de un permiso penitenciario.
Volvió a la celda para terminar de cumplir la pena de dos años y ocho meses de cárcel que en su día le impuso la Audiencia de Madrid.
MENASALVAS SE BUSCÓ LAS "HABICHUELAS"
Con el líder "fuera de juego", los miembros de su banda se han tenido que buscar las "habichuelas" por su cuenta.
Uno de ellos, Manuel Díaz Menasalvas, uno de los lugartenientes más fieles de el Goyito y cuyo testigo recogió para liderar un grupo que robó en tiendas de toda España más de 2.000 móviles de última generación, valorados en 2,5 millones de euros y cuyo destino hubiera sido el norte de África.
Pero la Guardia Civil detuvo a principios de marzo a los cinco integrantes de la organización, entre ellos a Menasalvas, un joven de 25 años que a pesar de sus antecedentes logró sortear la prisión.
EL RUSO HUYÓ A CASA DE SU MADRE
Otro de los "fijos" en los atracos de la banda del Goyito era su hermano Cristian, alias el Ruso, quien también fue detenido el pasado domingo por la noche tras saltarse un control en Alcobendas.
Cristian protagonizó una espectacular persecución con la Policía con un coche de alta gama robado y acabó huyendo a pie a casa de su madre.
La mujer dejó pasar a los agentes a la casa, que localizaron al Ruso haciéndose el dormido en la cama, vestido aún con la ropa de calle con la que se había fugado.
El Ruso, el mayor de los hermanos, con 33 años, cuenta con catorce antecedentes policiales por diversos delitos como robo con fuerza, contra la seguridad vial o contra la salud pública.
Al igual que su compañero y amigo Menasalvas, el Ruso quedó en libertad, ya que el Juzgado de Instrucción número 4 de Alcobendas decidió que siguiera en la calle con la obligación de personarse cada 15 días en sede judicial, según han informaron a Efe fuentes jurídicas.
EL TROLL, CEREBRO DEL MAYOR ATRACO EN ESPAÑA
Sin embargo, el golpe más duro asestado a estas bandas ha sido la detención de Ismael Arriego, alias el Troll, uno de los butroneros más famosos de Madrid, que recogió el "cetro" dejado por su jefe, el Niño Sáez.
El Troll, de 38 años y un historial que anota 53 antecedentes, recibió el encargo de un empresario chino para hacerse con 4 millones de euros en artículos de telefonía.
Pagó al conductor de un camión para hacerse con la mercancía, pero fue localizado y arrestado este mismo mes.
Al Troll se le considera el cerebro del mayor robo de joyas en la historia de España, un botín de 23 millones de euros que le permitió dejar por una temporada su barrio, Villaverde, para irse a Ibiza, donde llevaba un alto nivel de vida.
Su amplio historial delictivo no fue suficiente y el juez también le dejó en libertad.
EL PIOJO REGRESÓ A PRISIÓN
Quien sí está entre rejas es Jonathan Moñiz, alias "el Piojo", conocido alunicero que se fugó de la cárcel de Valdemoro junto a su hermano el pasado 5 de diciembre.
Dos meses más tarde, Moñiz salió de su escondite para robar en la urbanización madrileña de La Moraleja, pero esta vez los agentes de la Brigada de Policía Judicial fueron más rápidos y le cercaron.
Su hermano Miguel Ángel aún sigue en busca y captura, bajo el foco de los investigadores que esperan que cometa algún error, al igual que "el Piojo", para poder devolverle a la cárcel.
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