El Consejo de Administración de la empresa municipal de limpieza, Lipasam, ha aprobado este jueves las cuentas del ejercicio de 2020, que se cerró con un resultado positivo de más de 52.000 euros y una ejecución presupuestaria del 99%. Esta cifra sitúa los fondos propios de la empresa municipal por encima de los 6,8 millones de euros y consolida, por tanto, el saneamiento y estabilidad en Lipasam, al mismo tiempo que se ha logrado incrementar y mejorar los servicios prestados a la ciudadanía.
Entre los servicios desarrollados para contribuir a mejorar la salubridad y prevenir contagios en Sevilla, destacan el plan especial de baldeo con desinfectante en todos los barrios, el refuerzo de la limpieza del mobiliario urbano, el aumento de los tratamientos de barrido acorde a la intensidad de uso y circulación en la vía pública, el alquiler de baldeadoras de alta presión para reforzar el servicio de desinfección de acerados, la adquisición de atomizadores de mochila de uso manual, destinados a las labores de desinfección de vehículos, parques y algunas zonas de la vía pública, y el desarrollo del triciclo eléctrico con equipo desinfectante. A ello hay que sumar el mantenimiento de todos los servicios de recogida de residuos. Estas actuaciones reforzadas tienen su reflejo en los indicadores de Lipasam: se ejecutaron 47.789 kilómetros de baldeo de viales, un 110,65% más; el baldeo de alta presión se incrementó en un 66% y el barrido mixto, en un 3,24%.
La adaptación de los servicios de limpieza y recogida de residuos a la crisis sanitaria ha permitido, además, que Lipasam cierre el año con su índice de calidad en la limpieza viaria situado en 8,11 puntos (un 7,5% más con respecto al ejercicio anterior). El Consejo de Administración de Lipasam ha conocido estos datos, que apuntan a que la ciudadanía ha valorado con un notable (7,06 puntos) la actuación de la empresa pública frente al Covid-19.
“Hemos conseguido durante el año 2020 un equilibrio entre una mejor prestación de los servicios públicos, una adecuada gestión de los recursos humanos, un aumento de la inversión y la adaptación a la crisis sanitaria. Las cuentas presentadas hoy reflejan la buena salud de Lipasam como servicio público y su capacidad de dar respuesta a la ciudadanía”, explicó el delegado de Transición Ecológica, David Guevara.
Respecto a su propia gestión, Lipasam redujo en 2020 en un 3,5% su consumo de electricidad (que proviene en su integridad de fuentes renovables), un 7,5% su consumo de agua potable (el de agua de pozo se incrementó en un 19% por el aumento de los baldeos) y un 3,52% el de combustible, además de generar un 7,4% menos de residuos peligrosos. Junto a estos indicadores, destaca la certificación por parte de AENOR del sistema de gestión de la energía de esta empresa pública, de conformidad con la norma ISO 50001/2018.
Esta gestión se ha complementado con una línea de continuidad en la modernización de flota e instalaciones. Durante el año 2020 se han adquirido un total de 11 vehículos eléctricos, 6 motocarros y 5 baldeadoras, una estrategia que continúa durante este ejercicio 2021.
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