El Recreativo de Huelva afronta este próximo domingo en la Ciudad Deportiva del Cádiz un partido histórico pero desde el punto de vista negativo, ya que está obligado a ganar al filial amarillo si quiere evitar el descenso de categoría y luchar en la segunda fase por una hipotética plaza en la Primera RFEF Pro. El Decano, que a lo largo de sus 131 años ha vivido momentos históricos como los ascensos a Primera división en las temporadas 1977/78, 2001/02 ó 2005/06 y la disputa de la final de la Copa del Rey en Elche en 2002, ahora se enfrenta a un partido clave para su historia pero no precisamente para celebrar un ascenso, sino para evitar un descenso y de camino no complicar más su delicada situación financiera.
Mentalización
Los jugadores del Decano son de sobra conscientes de lo que hay en juego y aunque las sensaciones que sigue ofreciendo el equipo no son nada positivas, con una tremenda irregular durante los partidos y a lo largo de la temporada, no queda otra que ganar como rezan desde hace días las cuentas oficiales del club en redes sociales: #ComoSea. Y es que el Recreativo cumplirá mañana 14 meses consecutivos sin ganar fuera (20 de enero de 2020 ante el Talavera de la Reina por 0-1), por lo que ahora más que nunca tendrá que romper esta fatídica estadística que dura ya demasiado en el tiempo.
De cara a este encuentro, el técnico albiazul, Antonio Calle, no podrá contar por sanción con el canterano Fran, que estaba rindiendo a muy buen nivel en las últimas jornadas y todo indica que será sustituido por otro onubense, Dani Molina, mientras que José Carlos, Alberto Martín y Moha Traoré siguen descartados por lesión.
Enfrente estará un Cádiz B, que aunque no tiene ni mucho menos tanta presión como el Decano, dada su condición de filial y siendo un equipo plagado de jugadores jóvenes en formación, que no están acostumbrados a este tipo de partidos históricos, no van a dar ningún tipo de facilidad al Recreativo, ya que ellos también dependen de sí mismos para evitar el descenso y para luchar por la Liga Pro, pero con dos grandes ventajas. La primera, que les vale con el empate y que no tienen que ir desde el inicio a por la victoria; y la segunda, que aunque no habrá mucho público en las gradas, juegan como local con lo que ello significa.
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