saja-Andalucía y la Plataforma Toro Bravo han exigido este viernes a la Junta apoyo para salvar a las explotaciones de lidia al asegurar que la pandemia ha dejado a este sector al borde de la "extinción" y que en el 2020 la pérdidas directas de estos ganaderos superaron los 31 millones de euros.
El presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, junto al representante de la Plataforma del Toro Bravo Andaluz, Rafael Tejada, ha presentado un informe sobre la situación del ganado de lidia en Andalucía y han demandado a la Junta de Andalucía ayudas económicas urgentes para salvar el ejercicio de 2021 y mantener la cabaña a corto plazo.
Ante la nueva PAC (Política Agraria Común) demanda lograr un nuevo enfoque de las ayudas agroambientales con un diseño que permita el encaje de este tipo de ganaderías singulares.
Andalucía cuenta con 235 ganaderías de lidia y más de 27.000 vacas que pastan en 200.000 hectáreas de dehesa, dedicadas prácticamente a la cría del toro bravo.
Según ambas organizaciones, el coste medio anual se eleva a los 1.135 euros por vaca, una cuantía que no se ha visto reducida por la pandemia, puesto que el ganadero aunque no tenga ingresos no puede dejar la ganadería en "stand by" y tiene que seguir sufragando los gastos de alimentación, saneamiento y personal de la explotación, han asegurado.
El estudio de la Plataforma Toro Bravo Andaluz, elaborado con la colaboración de la Universidad de Córdoba y de ASAJA-Andalucía, revela que las pérdidas directas de los ganaderos andaluces de bravo en 2020 superaron los 31 millones de euros.
El estudio se apoya en una amplia muestra en la que se han recabado datos de más de un 25 % de explotaciones y sostiene que la delicada situación del sector ha llevado a que casi el 20 % de las ganaderías de bravo de la región haya quebrado en 2020 y se haya visto obligada a sacrificar a toda su cabaña ante las dificultades económicas y las escasas perspectivas de futuro.
Advierte de que la incertidumbre es la nota dominante para 2021, ya que siguen sin estar aseguradas las ferias y los espectáculos taurinos, el destino comercial de los toros bravos.
Ambas organizaciones esgrimen también que la ayudas públicas con las que cuenta el sector ganadero no se adaptan a las características de la ganadería brava y solo se ha podido acoger a una línea de apoyo específica para el COVID-19.
Este apoyo -subrayan- es "totalmente insuficiente" para enjugar las pérdidas de las explotaciones de bravo, y apuntan "sólo ha permitido sufragar 50 de los 1.135 euros de coste estimado por vaca, lo que "no evitar la quiebra" de muchas explotaciones.
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