La catedrática de Prehistoria Carmen Rísquez se ha convertido en la primera mujer en dirigir el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, una institución que, como investigadora y subdirectora ha visto crecer, transformarse y posicionarse ante una de los proyectos culturales más emblemáticos de la capital: la construcción del Museo Íbero. “Han sido veinte años de lucha para conseguir que se abriera en 2017. Tenemos una infraestructura maravillosa, pero se abrió incompleta. Aún no hay Plan Museográfico”, recuerda.
“La ilusión de 2017 se ha ido tornando en desilusión e incertidumbre y eso me preocupa. Los políticos, la Junta y el Ministerio tienen que decirnos qué va a pasar. Es lo que estamos esperando”, espeta. Y más cuando la Consejería de Cultura ha anunciado que incorporará al próximo marco comunitario de apoyo el Plan Museográfico del Íbero. Éste va de 2021 a 2027, un horizonte “lejano”, al que hay que sumar el tiempo que lleva sacarlo a licitación. “No me atrevo a decir fecha. Sólo quiero que se abra cuanto antes con la colección permanente. Todos esperamos que saquen a licitación el Plan Museográfico y que se incluya en la Red Nacional de Museos. Así sabremos que va para adelante”, apunta.
Rísquez recuerda que en la provincia se lleva trabajando e investigando 40 años. “La colección permanente es importante, pero lo más relevante es el elaborado y potente discurso dedicado a las sociedades íberas que se construirá con este Museo, basado en la investigación científica. Es su singularidad y por eso pedimos que sea Nacional. No hay otro museo íbero con un discurso articulado y completo que hable de la vida, los asentamientos, la muerte, los espacios de culto con los santuarios. Los más potentes los tenemos en Jaén. Tenemos los mejores conjuntos escultóricos. No tiene que preocuparnos el material, que seguirá llegando porque se sigue descubriendo”, explica.
El Museo Íbero se concibe como un elemento “distribuidor de la riqueza hacia el territorio”. Rísquez señala que “existen todos los elementos” para dar vida a un Museo que no “se puede demorar más en el tiempo porque a la sociedad le cuesta entender este retraso”.
Dice: “No sólo estamos perdiendo tiempo, también muchas oportunidades. Las administraciones tienen que actuar ya. Hay que aprovechar el momento. El de Jaén es el único Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica, los ayuntamientos están implicados haciendo visitables sus municipios de la Ruta de los Íberos y la sociedad civil está haciendo suyo el Museo. Hay valores que se generan tras la investigación y transferencia y son la autoestima y el orgullo. Soy optimista, pero no descarto que la sociedad tenga que volver a reivindicarlo”. Ya ocurrió a finales de los noventa.
Primera directora
"Estoy contenta e ilusionada de poder continuar con este trabajo. Tengo una relación muy afectiva con el instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, que me ha visto crecer como investigadora y me ha dado la oportunidad de trabajar con compañeros de los que siempre se aprende, desarrollar líneas de investigación y ahora encabezar este proyecto colectivo”, valora, señalando el “enorme” trabajo realizado por los anteriores directores, los catedráticos Arturo Ruiz y Manuel Molinos. “Es importante visibilizar a las mujeres que llegan a ocupar estos puestos. Así, las niñas y jóvenes ven que se llega, que no hay que ponerse límites y que tienen la misma capacidad que sus compañeros”, señala.
Confirma que ya se ha conformado el equipo de dirección, por lo que tienen cuatro años para seguir trabajando en una “investigación de calidad” y el trabajo interdisciplinar de las investigaciones.
Este 2021 quieren programar la II Bienal de Arqueología, para seguir transfiriendo a la sociedad su trabajo. Hace dos años, ya abordaron en las jornadas la necesidad de la inclusión del Íbero en la Red Nacional de Museos.
“Queremos elaborar un plan estratégico. Es importante marcar cuáles van a ser las estrategias que queremos fijar y seguir creciendo. Nuestra idea es empezar a crear sinergias de colaboración con otros institutos de investigación en arqueología para impulsar relaciones, también con centros de investigación afines. Uno de los caminos que queremos explorar es el empresarial, pues los proyectos del instituto tienen cabida en el mundo empresarial”, explica.
El Instituto tiene hoy una “posición de fortaleza” en la investigación sobre la arqueología ibérica a nivel nacional e internacional. “Somos un referente para otros grupos de iberistas. El instituto es uno de los pilares a la hora de investigar y difundir los conocimientos de la cultura ibérica, sobre todo en nuestra provincia. El hecho de que hoy se hable de la cultura ibérica, de las sociedades íberas y haya un viaje al tiempo de los íberos, indica el enorme trabajo que se ha estado haciendo”, resalta Rísquez.
Igualmente, señala que la internacionalización es cada vez más importante. “Hay que reforzar y seguir potenciando la internacionalización con temas europeos y con una mirada en los contactos en Iberoamérica”, dice.
tá la elaboración de un plan estratégico, crear sinergias de colaboración con otros institutos de investigación en Arqueología y explorar el ámbito empresarial, “pues los proyectos del instituto tienen cabida”.
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