Andalucía

Policías atribuyen su imputación a un "acoso y derribo" por rivalidad

Policías del Grupo VII contra el pequeño tráfico de droga en Sevilla atribuyeron ayer su imputación por, supuestamente, favorecer a narcotraficantes a un "acoso y derribo" derivado de la animadversión profesional, pues su "eficacia" ha "sentado mal" a la Udyco

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Policías del Grupo VII contra el pequeño tráfico de droga en Sevilla atribuyeron ayer su imputación por, supuestamente, favorecer a narcotraficantes a un "acoso y derribo" derivado de la animadversión profesional, pues su "eficacia" ha "sentado mal" a la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco).

Dos agentes de dicha unidad dijeron ayer a los periodistas que el Grupo VII está formado por sólo 8 agentes pero fue elegido para ayudar a la Unidad de Asuntos Internos desplazada desde Madrid para aclarar el robo de 150 kilos de cocaína y heroína en los depósitos de la Jefatura de Policía de Sevilla, después de un año sin resultados por parte de los investigadores sevillanos.

Ello, unido al alijo de 11.000 kilos de hachís incautado por el Grupo VII en enero de 2009, "sentó mal" a la Udyco, una unidad de medio centenar de agentes "elitista y con muchos más medios" que de esta manera "quedó en evidencia ante la eficacia del Grupo VII", según dijeron a los periodistas.

Por el robo de los 150 kilos de droga está encarcelado desde septiembre un policía de la Udyco y están imputados como encubridores tres jefes de dicho cuerpo, por lo que los policías aseguraron que la nueva causa abierta contra ellos es fruto de la "animadversión contra el grupo".

La Unidad de Coordinación Operativa, equivalente a Asuntos Internos en la Jefatura de Sevilla, ha imputado al jefe del Grupo VII y a un agente por, supuestamente, favorecer a un clan de traficantes y no custodiar adecuadamente los 11.000 kilos de hachís.

Los agentes, que pidieron permanecer en el anonimato, aseguraron que las acusaciones contra su compañero están plagadas de "animadversión y falta de rigor" y por ello expresaron que se sienten "solos y desprotegidos" y temen que su unidad sea desmantelada y todos ellos acaben imputados.

Entre las falsedades, indicaron que S. O. ha sido imputado por haber comprado dos vehículos de alta gama en pocos meses, pero son de segunda mano y el coche BMW lo entregó como señal para comprarse en siguiente, un Touareg, pese a lo cual el atestado policial hace constar un precio para ambos de 100.000 euros, como si fueran nuevos.

También le han imputado tráfico de sustancias anabolizantes cuando los productos citados en el atestado son un complejo vitamínico que se vende libremente en cualquier comercio, añadieron.

Además, le han imputado llevar un alto nivel de vida pese a que su compañera no trabaja, cuando la realidad es que ejerce como maestra desde hace cinco años y tiene unos complementos que elevan su sueldo mensual a 3.000 euros.

Los agentes denunciaron haber sido objeto de acusaciones infundadas como pagar a confidentes con droga y cometer otras irregularidades y dijeron que en su trabajo a pie de calle deben tratar con confidentes pero "en ningún caso se ha demostrado que les demos información o les hagamos favores".

Lamentaron que S. O, uno de los principales investigadores del grupo, haya sido tratado como un delincuente y haya sido trasladado de servicio a los calabozos, donde son destinados los agentes nuevos o problemáticos, sin respetar su presunción de inocencia.

Imputado pero con anterioridad

A su juicio, la acción se ha dirigido contra él por ser el "eslabón más débil" debido a sus anteriores negocios con I. J. R, un culturista detenido con un kilo y medio de hachís y con quien el policía compartía hasta hace un mes y medio una tienda de productos culturistas en el barrio sevillano de Nervión.

De hecho, I. J. R. declaró la noche del miércoles "como imputado no detenido" en la Jefatura de Policía de Sevilla y quedó en libertad después de que su abogado alegase que los hechos que se le imputan son idénticos a los que lo mantienen acusado en el juzgado onubense de Ayamonte.

Este joven, un conocido culturista, fue detenido con un kilo y medio de hachís cuya composición química coincide con un alijo de 11.000 kilos incautados en enero de 2009 por el Grupo VII de la Policía de Sevilla, dedicada a la lucha contra el pequeño tráfico de drogas.

Este hecho ha motivado que la Unidad de Coordinación Operativa de la Policía sevillana, equivalente al servicio de Asuntos Internos, haya imputado en el caso al jefe del Grupo VII y a un agente, además de recabar autorización judicial para registrar el piso de este último y las mesas de trabajo, taquillas y ordenadores de la totalidad del grupo en la Jefatura policial.

La vivienda del policía fue registrada el martes, y ayer los investigadores se llevaron los cinco ordenadores del Grupo VII, han añadido las fuentes.

El jefe declaró como imputado ante sus compañeros el pasado martes y quedó en libertad, mientras que el agente S. O. C, que es socio de I. J. R. en una tienda de productos para culturismo en el barrio sevillano de Nervión, fue puesto a disposición del juzgado de instrucción 11 de Sevilla y quedó en libertad la noche del miércoles.

En el auto que autorizó las entradas y registros, al que ha tenido acceso Efe, la juez imputó a los policías presuntos delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, omisión del deber de perseguir delitos, malversación de fondos públicos y encubrimiento.

En referencia al alijo de 11.000 kilos de hachís, el auto recogía que no constaba "actuación tendente a detectar irregularidades en la cadena de custodia por parte de ningún responsable del citado grupo".

El agente S. O. fue relacionado tanto con la operación antidroga de Ayamonte (Huelva) como con otra desmantelada en la provincia de Sevilla con 1.500 kilos de hachís, asunto por el que permanece encarcelado un policía local de capital sevillana.

Respecto a esta segunda operación, el policía declaró en septiembre pasado en el juzgado de instrucción 8 de Sevilla y quedó en libertad sin necesidad de fianza ni de presentarse periódicamente en el juzgado, y no fue citado entre los imputados en las últimas resoluciones judiciales, según fuentes de su defensa.

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