Una iniciativa de la Diputación de Granada a la que se han sumado ya más de una treintena de municipios ha permitido adaptar los pasos de peatones a las personas con trastorno del espectro autista, que en ocasiones tienen dificultad para comprender el significado de este elemento de seguridad vial.
Se trata de un proyecto de accesibilidad cognitiva que consiste en ubicar cuatro pictogramas de color azul en la primera franja blanca de los pasos de peatones, y tiene como objetivo ayudar a personas con trastorno del espectro autista (TEA) o diversidad funcional, además de educar vialmente a niños y ancianos.
Según los expertos, algunas personas de este colectivo tienen dificultades para comprender el significado de los pasos de peatones, ha explicado la diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa.
Al colocar la secuencia de pictogramas ordenados de forma lógica, la señalización es accesible para todas las personas, lo que contribuye a mejorar la seguridad vial.
El número de pictogramas se ha establecido en cuatro para que la información sea clara y esté en el campo de visión.
En cuanto a la forma y el color, se ha optado por figuras cuadradas azules acordes con las señales de tráfico informativas, que coinciden además con el color representativo del colectivo con TEA.
Además, existen dos tipos de secuencias diferentes en función de las características de la vía.
Las plantillas se pondrán a disposición de los ayuntamientos que lo soliciten por un periodo de 30 días.
Se trata de una iniciativa de la Diputación de Granada en colaboración con las asociaciones Mírame (entidad sin ánimo de lucro que atiende a personas con trastorno del espectro autista) y Tea Vial, que realiza acciones de educación y seguridad vial.
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