El Valencia Basket visitará este domingo en Málaga al Unicaja, en la jornada 22 de la Liga Endesa, en la que tratará de conseguir su undécima victoria seguida en la competición y mantener las buenas sensaciones al menos en la ACB, tras una semana aciaga en la Euroliga.
El miércoles cayó en el último segundo en la Fonteta ante el Zalgiris Kaunas y el viernes lo hizo con estrépito en la cancha del Panathinaikos. En ambos partidos fue incapaz de llevar la iniciativa y en el segundo tampoco llegó a proponer apenas nada.
El mal momento de jugadores fiables como Sam Van Rossom y Nikola Kalinic, unido a las lesiones de Guillem Vives y Joan Sastre, ha llegado sin que Bojan Dubljevic y Vanja Marinkovic hayan cogido aún ritmo de competición tras sus lesiones y sobre todo sin que otros jugadores den un paso adelante, más allá de Martin Hermannsson.
Obligado a empezar a ganar en la competición europea para recuperar opciones de estar en cuartos de final, el Valencia, que recibe al CSKA de Moscú el jueves, aspira a que sus buenas sensaciones en la ACB le ayuden a dar ese paso.
Asentando en la parte alta de la tabla, el Valencia es sexto con 14 triunfos, los mismos que tiene el Hereda San Pablo Burgos, y ambos tienen cuatro victorias de margen sobre el Joventut, que es séptimo.
Por delante, ambos tienen a tiro al TD Systems Baskonia, que suma 15 triunfos y con el que el equipo de Jaume Ponsarnau tiene ganado el ‘basket average’ a diferencia de lo que pasa con el equipo burgalés.
Enfrente tendrá a un rival en crisis que ha cambiado de entrenador, contrató a Fotis Katsikaris tras destituir a Luis Casimiro, pero que ha perdido también los dos primeros partidos con el griego.
Para este choque, Ponsarnau mantendrá las bajas de Guillem Vives, por una lumbalgia, y de Joan Sastre, por una lesión muscular, pero además deberá descartar a un jugador que no sea cupo de formación local para mantener las cuatro fichas de ‘JFL’ que necesita.
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