Los temas locales a veces tienen trascendencia simbólica de mayor alcance. El ayuntamiento de Madrid -que no debe tener problemas mayores, como la pandemia, las colas del hambre, la nevada, las basuras o el derrumbe, por explosión de depósitos de gas no registrados, con cuatro muertes- se empeñó en sacar adelante una propuesta de Vox para borrar un mural de un polideportivo de Ciudad Lineal con retratos de líderes feministas mundiales. Los murales callejeros ocupan las prioridades del consistorio madrileño porque todos pasan por el filtro inquisitorial de los nuevos aprendices de Torquemadas, que lo mismo aprueban la retirada de lápidas y monumentos de los demócratas como quieren borrar cualquier rastro de la lucha feminista. Otro mural feminista de la plaza de Oporto, en Carabanchel, también fue puesto en cuestión por Vox pero ése tuvo la suerte de la abstención de Ciudadanos: “Vox propuso en el pleno borrarlo y el PP cubrirlo con otra cosa. Hubo una votación y Más Madrid y PSOE rechazaron la propuesta y Ciudadanos se abstuvo por lo que al final se quedó”, dice uno de los artistas. En el nuevo mural Ciudadanos votó inicialmente con PP y Vox para borrar de la faz de Madrid a las feministas. Ahora la excusa era cubrirlos con los rostros de deportistas paralímpicos.
Para aumentar nuestra cultura sobre las mujeres que están en el mural titulado “Las Capacidades no dependen de tu Género” mejor utilizar en los buscadores de internet a las que se quieren borrar: Rigoberta Menchú, Lucía Sánchez Saornil, Rosa Arauzo, Angela Davis, Valentina Tereshkova, Chimamanda Ngozi, Emma Goldman, Frida Kahlo, Kanno Sugako, Liudmila Pavlichenko, Nina Simone, Billy Jean King, Gata Cattana, Rosa Parks y la Comandanta Ramona. Igual hubiera dado que fueran Mary Shelley, Lady Gaga, Ada Byron, Marie Curie, Virginia Woolf, Hipatia de Alejandría, Coco Chanel, Agatha Christie, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Rosa Parks, Audrey Hepburn, Jane Goodall, Malala y las demás que ocupan las biografías de un superventas para jóvenes. Es una obsesión incurable antifeminista. La igualdad les resulta tóxica. Se ve cada 8 de marzo.
Estas mujeres han sido emuladas por los vecinos, que se plantaron para impedir la tropelía. El periódico The Guardian se hizo eco. El ayuntamiento finalmente ha dado marcha atrás, vía Ciudadanos, y el muro no se toca. Una pequeña victoria, pero un gran símbolo.
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