El 40 Congreso socialista se celebrará a mediados de octubre “para que sea presencial”, cuatro meses después de la fecha límite. El último cónclave federal fue en junio de 2017 y culminó con la victoria de Pedro Sánchez y las derrotas de Susana Díaz y Patxi López.
La situación extraordinaria vivida por la pandemia provoca el aplazamiento de un proceso de primarias del PSOE a nivel nacional. Esto conlleva a que el líder de los socialistas y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, congele la renovación del partido. A partir de ahí se dará rienda suelta a los congresos regionales.
Según el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, las primarias regionales deberán celebrarse como muy tarde “a los 90 días” del Federal. De esta manera, el socialista andaluz no elegirá a su líder hasta finales de este año o principios de 2022.
Andalucía históricamente siempre ha sido un caudal de votos del PSOE y fue fundamental para que Pedro Sánchez llegara a Moncloa hace un año. Sin embargo, el PSOE de Susana Díaz perdió la presidencia de la Junta de Andalucía hace dos años por primera vez tras 36 años de gobiernos consecutivos.
Desde entonces el PSOE-A vive en tensión. Susana Díaz no oculta su intención de volver a ser secretaria general pero su liderazgo es cuestionado por numerosas voces socialistas, también por miembros del actual Gobierno de PP y Ciudadanos en Andalucía.
Algunos nombres han salido a la palestra en los últimos meses como posibles candidaturas alternativas a la de Díaz. Felipe Sicilia, diputado por Jaén en el Congreso de los Diputados, dejó caer su intención de presentarse a liderar el PSOE-A. También, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, amagó con hacerlo. María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno de España, también aparece en las quinielas, al igual que la diputada andaluza y portavoz del PSOE-A, Ángeles Férriz.
El escenario político del PSOE es completamente diferente tres años y medio después del último congreso. Sánchez está más fuerte que nunca al ser presidente del Gobierno y aprobar sus primeros presupuestos. También, ha aplacado las críticas de barones socialistas como Emiliano García-Page y Javier Lambán, presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, respectivamente. No obstante, el acercamiento del Gobierno a ERC y el apoyo de Bildu a las cuentas han despertado los recelos y el malestar en algunos sectores, al que pusieron voz algunos de esos barones como Felipe González.
Por su parte, Díaz ha pasado de tratar asaltar Ferraz a perder la Junta y ver cuestionado su liderazgo en Andalucía.
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