Los 60 puestos instalados en el recinto no difieren mucho de los presentados en otras ocasiones como los mercadillos medievales u otros. Las tiendecitas de productos artesanales y bisutería, junto a los puestos con pasteles tradicionales, quesos y frutos secos se distanciaban pocos metros de allá donde los videntes leían las cartas del tarot a los interesados en lo esotérico, que también contaron con amuletos y otros productos relacionados. Sólo algunos de los comerciantes iban ataviados con ropas de la época, y el ambiente retro de principios del siglo XX lo aportaron, en mayor medida, los pasacalles y atracciones programadas.
Todo comenzó el pasado viernes, entre las 13.00 y las 14.30 horas, momento en que tuvo lugar la apertura del mercadillo, con un pasacalles que emitió el pregón de apertura, un anuncio a los cuatro vientos de la llegada de embajadores pertenecientes a las potencias más importantes del mundo. Acompañando a los dos pregoneros de épica, los músicos de la conocida banda algecireña de Amando Herrero daban cuenta a la ciudadanía de lo que ocurría en la conferencia. El pasacalles comenzó su recorrido en la Plaza Alta hasta llegar al parque, en una actividad de animación que despertó gran interés entre los asistentes.
Una curiosidad que no decayó en los días siguientes. De hecho, durante la tarde de ayer domingo eran todavía centenares de personas las que recorrían los puestecillos de la muestra, aun habiendo ya acabado los espectáculos. Los juegos infantiles, con atracciones típicas del siglo pasado, no faltaron para dar a los niños también algo de esta porción de historia que ni siquiera sus abuelos han vivido.
La jornada de ayer supuso el colofón del mercadillo, con el regreso del pasacalles, cuentos tradicionales y demostración de talleres, que tuvo también una breve aparición por la tarde.
Los mencionados cuentos fueron una clara muestra del espíritu de la conferencia de 1906, mostrando la tradición a ambos lados del Estrecho. La visita de los embajadores fue reproducida en la tarde del pasado sábado, cantada una vez más por los pregoneros y músicos contratados.
Malabares
El espectáculo tuvo su zénit en la noche de ayer. Estaba prevista la celebración de una mágica representación de malabares de fuego, llamada, precisamente, la Noche de Fuego. Con ello, el mercadillo llegó a su fin y Algeciras volvió a avanzar 103 años hasta el día de hoy.
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