Jerez

Si para todo fuésemos iguales.

Pusieron todo lo que pudieron y más para recuperar las zambombas, los belenes, a los que que hay que dar un impulso importante

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  • Exposición de dioramas -

Cuando avistamos una Nochebuena que llega sin el ruido, la convivencia,la amistad  o el cante y el baile de otros años en nuestras tradicionales zambombas quiero echar la vista atrás y recordar aquellos años en los que esa ancestral tradición jerezana parecía perderse al calor de los nuevos pisos que se habitaban en los barrios que nacían mientras que las casas de vecinos se quedaban vacías, con los patios desiertos y silentes y con unos diciembres diferentes, distintos, al rescoldo  no ya de la copa de cisco y picón sino de la estufa, con el ruido  de las teles y no de los villancicos, con la compañía solo de los tuyos y no de los vecinos. Eran otros tiempos, aquellos de abandonar la alpargata y montarte en el seiscientos, que parecían preludiar que en Jerez la Navidad se iba a celebrar como en cualquier otra parte, pero hete aquí que gente como Juan de la Plata, con su Cátedra, o Andrés Cañadas, dirigiendo Radio Popular y con el apoyo de profesionales como Manolo Yélamo o con jerezanos como Bernardo Linares o Manuel Parrilla con sus villancicos o Jesús Mantaras con la Obra Social de la Caja o Juan Pedro Aladro y Cinterco con Así Canta nuestra tierra en Navidad o  las peñas flamencas o  las hermandades, siempre las hermandades en todo lo que suene y sepa a Jerez, pusieron todo lo que pudieron y más para recuperar las zambombas, los belenes, a los que que hay que dar un impulso importante, y hasta aquellos certámenes de villancicos que llenaban las noches del centro con los diversos coros de la ciudad, de donde salieron buenos artistas, y que es una de las cosas a recuperar cuando esta pandemia nos deje hacer la vida de siempre. Jerez, liderados por unos y por otros, se volcó en recuperar su pasado navideño. Jerez fue a una como quizá debiese haber ido en muchas otras ocasiones, dejando atrás su abulía. Así podríamos haber tenido esa reconversión industrial que precisábamos, no hubiésemos perdido el Banco de España ni la Fábrica de Botellas, la expropiación de Rumasa no hubiese hecho tanto daño e incluso el mundo del fútbol podría estar viviendo unos momentos diferentes a los que vive ahora y nuestro campus universitario hubiese llegado antes y con más titulaciones. Pero..esto es Jerez. Feliz Navidad.

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