La Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha considerado inviables, recientemente y en un corto lapso de tiempo, dos proyectos para la instalación de plantas solares fotovoltaicas, uno en Vejer, promovido por Abei Energy CSPV Two S. L, y otro en Tarifa, presentado por Paloma Power S. L. En ambos casos, el jefe de Servicio de Protección Animal firma por delegación de Daniel Sánchez, responsable político del departamento, sendos informes en los que se advierte de la grave afección a la biodiversidad de este par de iniciativas.
Sobre el proyecto PSFV Arcos de la Frontera, con una superficie de 106,2 hectáreas, el documento apunta que “se ubicaría en una zona de ámbito de la aplicación del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias de la Campiña de Vejer, donde está constatada la presencia frecuente del sisón, especie vulnerable según el catálogo de especies amenazadas y en fuerte regresión a nivel provincial, regional y estatal”.
En cuanto al proyecto FV Los Alcornocales 1, objeta que se ubica en terrenos del ámbito de planes de recuperación y de campeo y dispersión de juveniles de águila imperial y alimoche, y de zonas del plan de recuperación, conservación y campeo de aves esteparias como el aguilucho cenizo, la avutarda y el sisón. Además, la superficie ocupada forma parte de un importante área de descanso para las aves en época de migración, antes y tras emprender su travesía a través del Estrecho de Gibraltar, destacando por su incidencia en presencia de especies como la cigüeña negra, el milano negro o el avefría, entre otras. La Administración autonómica alerta, por otra parte, del efecto acumulativo por la cercanía de las dos alineaciones del parque eólico La Herrería, con un total de 19 aerogeneradores, que representan en sí mismo un riesgo de colisión para las aves y, en cualquier caso, generan turbulencias por acción de los rotores y las palas, que puede provocar la desestabilización en vuelo de determinadas aves. La instalación mixta de parque solar fotovoltaico y parque eólico, junto con los vientos racheados, aumenta el efecto barrera para las aves en el entorno.
Mariano Maestu, representante de la Asociación de Amigos de la Naturaleza (Analajanda), ha mostrado su satisfacción por la respuesta de la Junta a sus sugerencias al proyecto de Vejer y, una vez informado de ello en conversación telefónica, al de Tarifa. Maestu valora especialmente que la delegación territorial exija a las empresas, en caso de presentar solicitud de autorización ambiental unificada, estudios de efectos acumulativos y sinérgicos, estudio de alternativas y planes de actuaciones de conservación de la biodiversidad.
Confía, en este sentido, que la Junta solicite las mismas exigencias a todas las solicitudes en curso, un centenar en la provincia, pero remarca que, como reclaman otros colectivos conservacionistas y formaciones como Equo Cádiz Verdes, debe declarar una moratoria para poner coto a la proliferación de plantas fotovoltaica y elaborar un plan integral de implantación para minimizar el impacto en el medio ambiente, la flora y la fauna y evitar prácticas especulativas con una eventual transmisión de permisos.
Según los cálculos de la periodista Raquel Benjumeda, Cádiz podría albergar paneles en una extensión de 25.000 hectáreas, con una producción de 12.000 megavatios, si salen adelante todas las iniciativas, entre las que se halla la de Desarrollos Sostenibles Renovables Eólicos Solares S. L, perteneciente a Acciona, con siete plantas en Tahivilla, en pasillo migratorio de aves y entre dos parques naturales, el del Estrecho y Los Alcornocales,“todo un despropósito”, según organizaciones ecologistas.
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