La detenida, R. R. M, de 49 años, aprovechaba las lagunas de memoria de la víctima diciéndole que no le había pagado sus honorarios o que tenía que hacer la compra para que ésta sacara dinero de su cuenta bancaria, que luego se quedaba.
Según informó en una nota la Guardia Civil de Los Alcores, la investigación comenzó cuando la víctima, de 79 años, denunció el robo de varias joyas que se encontraban en su armario.
Los agentes sospecharon que el autor del robo podía ser alguien cercano a la víctima, ya que la cerradura del armario no había sido forzada, por lo que interrogaron a todas las personas del entorno, identificando un comportamiento sospechoso en una de las cuidadoras.
Poco después, el pasado 13 de octubre, un familiar de la víctima, alertado por el director de la sucursal bancaria donde la víctima tenía su cuenta, indicó a los investigadores que la anciana había sacado durante dos meses más de 9.500 euros, por lo que la Guardia Civil solicitó a la víctima los extractos bancarios de los dos últimos meses sospechando que pudieran estar manipulados.
Tras comprobar los documentos e investigar en la propia sucursal donde la anciana realizaba los reintegros, determinaron que la persona que sacaba el dinero era la anciana pero que iba siempre acompañada de su cuidadora, quien le indicaba la cantidad que debía sacar.
La detención de la cuidadora se produjo días después cuando la víctima realizó un reintegro de 600 euros en el banco y la familia, alertada por la Guardia Civil, aprovechó el fin de la jornada laboral de la cuidadora para comprobar que en el sobre donde debía estar esa cantidad sólo había 300 euros.
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